Lazos rojos estos días en las calles de Ávila. ¿El motivo? El 1 de diciembre se celebró, un año más, el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, una enfermedad para que la que aún no existe vacuna y que a pesar de haberse frenado en buena medida su expansión, continúa afectando a millones de personas en todo el mundo.

La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Y esa infección puede producirse de diferentes maneras: prácticas sexuales de riesgo o por el uso compartido de jeringuillas entre personas afectadas.

Afortunadamente, a día de hoy resulta muy sencillo saber si se ha adquirido el virus. Sólo es necesario acercarse a una farmacia y realizarse el test que, de manera rápida y anónima, se realiza para detectarlo.

Desde el año 2010, fecha en la que la Consejería de Sanidad de la  Junta de Castilla y León y el Concyl-Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León suscribieran un convenio de colaboración al respecto, las farmacias abulenses han detectado los últimos diez años tres casos positivos de entre los 251 pruebas realizadas.

En el caso de Ávila, la farmacia que ofrece este servicio es la de Julia Terciado (ubicada en la calle Capitán Peñas). «Cualquier persona puede acudir a realizarse este test», nos recalca al comenzar nuestra conversación con ella la farmacéutica abulense, que en cualquier caso aclara que la inmensa mayoría de las personas que la demandan han tenido previamente alguna práctica de riesgo y quieren salir de dudas ante un posible contagio.

El único requisito que se precisa a la hora de hacer esta prueba, eso sí, es que hayan transcurrido al menos tres meses desde esa práctica de riesgo, con el fin de que la prueba «se lo más fiable posible».

Después, sólo es necesario un pequeño pinchazo para extraer unas gotas de sangre que se colocan sobre una tira reactiva. Y en sólo 20 minutos se obtiene el resultado. «La tira nos dice si es positivo o negativo», prosigue con su explicaciónTerciado.

En el caso de que ese resultado sea negativo, se informa al paciente. Al igual que se le informa sobre las prácticas de riesgo.

Y si el resultado fuera positivo, se le deriva al sistema sanitario, « a su médico de cabecera».

«En Ávila hemos tenido tres casos desde 2010 en unas 250 pruebas», nos recuerda los datos la farmacéutica para recalcar que estas cifras están dentro de la media regional, que es del 1 por ciento de casos detectados.

«Hombre, lo ideal sería que hubiera cero casos», plantea Terciado, que aclara también que esos tres casos detectados en las boticas abulenses no significan que en Ávila haya sólo tres personas con VIH. «A las farmacias no llegan los casos más graves», apunta. «Aquí viene sobre todo gente que ha tenido una práctica de riesgo y que quiere salir de dudas. Pero los médicos o Cruz Roja detectan también muchos casos».

Por cierto que Terciado también nos informa de que aquellas personas que se realizan este test en su farmacia (una prueba que tiene un coste de 5 euros, la cantidad necesaria para abonar el material empleado) cumplimentan una pequeña encuesta que contiene un gran valor sanitario. En ese cuestionario se les pregunta, por ejemplo, los motivos que les han llevado a realizar la prueba, su edad y género o sus prácticas de riesgo. Toda esa información se remite a las autoridades sanitarias para que la empleen en sus futuros planes de detección y prevención de la enfermedad.

Desglosando los datos de Ávila, comprobamos que la media de pruebas realizadas por año desde 2010 ha sido de 25.

 El año en el que más movimiento hubo en la farmacia de Julia Terciado fue 2017, con 37 test realizados. En esta misma linea estuvieron 2011 (con 36 casos) y 2015 (con 34). Los años más tranquilos fueron 2010 (con apenas cuatro pruebas realizadas en los primeros compases del programa); 2013, con 15; y 2019, que se va a cerrar con 17 pruebas.