Una asistencia personal muy oportuna

I.Camarero Jiménez
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El proyecto 'En casa, contigo', de Faema, se despliega, gracias a una ayuda de la Junta de Castilla y León, por la capital, Sotillo y Burgohondo para atender a personas mayores y con discapacidad. Hay voluntad de seguir

Una asistencia personal muy oportuna

La pandemia ha sacado a la luz nuevas necesidades y de algún modo ha demostrado que teniendo ganas y en unión de fuerzas se puede llegar a más.Nos referimos a necesidades como que la gente ha experimentado la soledad y el aislamiento y necesita ayuda, un asistente social. En este sentido ha trabajado Faema con la ayuda de la Junta de Castilla y León con la colaboración de algunos ayuntamientos, tales como el Sotillo de la Adrada y Burgohondo.

Faema recibió hace algún tiempo una subvención de la Administración Regional de algo más de 28.000 euros que le ha servido para contratar a cuatro personas (pues para financiar los costes salariales era la ayuda) de cara a la prestación de servicios de interés general y social. Esas personas han sido claves para llevar a cabo el programa bautizado con el nombre de ‘En casa, contigo’, un proyecto de asistencia social en los domicilios. Una ‘mano amiga’ que ha ayudado en Ávila capital, pero también en Sotillo de la Adrada y Burgohondo a que personas mayores o con discapacidad pudieran tener a su lado a un asistente personal para llevar a cabo tareas en las que necesitaran ayuda o para que les acompañara a cuestiones tan cotidianas como dar un paseo, ir a vacunarse o al fin y al cabo ayudarles a ‘levantarse’ en un mal momento de sus vidas.

Precisamente una de esas personas que ha podido disfrutar del servicio transmitía lo mucho y bueno que le ha aportado Maite, quien ha sido su asistente social durante seis meses (pues la ayuda en un principio tenía fecha de caducidad). No dudó en darle las gracias a ella, a Faema, a la Junta y al Ayuntamiento de Sotillo y es que este último ha decidido dar continuidad al proyecto tal y como anunciaba su alcalde, Juan Pablo Martín. Ésa es la voluntad pero ahora hay que encajarlo legalmente porque por la ley de racionalidad y por no ser su competencia es complicado. En ello están trabajando y mucho que lo agradecen los usuarios pues en palabras de Pilar, su asistente es «mi mano derecha, mis pies, mi todo». No en vano enviudó hace mes y medio y ha sufrido el cáncer en su cuerpo hasta tres veces y en ocasiones... cuesta levantarse. 

De contar el programa, los objetivos y el futuro del mismo se encargó Inmaculada Pose, directora general de Faema que acudió a Sotillo con este fin y en compañía del delegado de la Junta, José Francisco Hernández Herrero.

Pose recordaba que la ayuda de la Junta permitió cuatro contrataciones, tres de asistente personal y un quiromasajista. De ellas dos trabajan en Ávila, una más en Sotillo y otra en Burgohondo. Todas continuarán. En Ávila, una lo hará en el servicio de vivientas tuteladas, dado que van a abrir más y la quiromasajista también continuará dando servicio, incluso a población en general.

Han sido seis meses de proyecto con 30 horas semanales. Un tiempo para trabajar en objetivos como fomentar la autonomía personal, pero también crear empleo en el medio rural, combatir la soledad, asesorar. 

Se ha dirigido como decíamos a personas mayores o con discapacidad con necesidades de apoyo o vulnerabilidad. Un paso adelante al que ahora seguirán otros gracias al compromiso del Ayuntamiento de Sotillo y que tan bien ha venido a los destinatarios finales.

Una grata experiencia con la que se han descubierto nuevos nichos de mercado y nuevas necesidades, explicaba el delegado y que ha demostrado la importancia del tercer sector en el medio rural, tal y como destacaba el alcalde de Sotillo.

Tres han sido los asistentes personales contratados y el programa se ha completado con un servicio de quiromasajista, el cuarto de los trabajadores. Todos ellos continuarán ligados al proyecto, desde Ávila o los pueblos.

El hecho es que con este programa se ha atendido a no pocas personas. Por ejemplo con el servicio de quiromasaje para aliviar dolor o tensión muscular se ha atendido a 72 personas en la capital, pero también en Sotillo, Burgohondo o Solosancho, con otra veintena más. 

Además de las personas contratadas gracias a esta subvención hay más profesionales de Faema trabajando en esos lugares. Sólo en Sotillo y alrededores hay siete contratados que atienden a 30 personas; además en Burgohondo se han generado tres puestos de trabajo con los que atienden a 24 beneficiarios. 

En Ávila las dos personas contratadas con la subvención seguirán trabajando para Faema, aunque ahora ya pagadas con medios propiuos. Y tanto en Burgohondo como en Sotillo se les va a renovar el contrato por el trabajo que está n realizando.

A nivel general Faema atiende a 200 personas en Ávila y provincia a través del servicio de asistencia personal con 40 trabajadores dedicados a ello.

Lo importante de este servicio es que en cuanto se detecta una necesidad se pone en marcha el servicio sin esperar a la resolución de la ley de dependencia.