Casi la mitad de los médicos de Ávila llegarán a la edad de jubilación en diez años. Este es uno de los datos que se incluye en el estudio de la demografía médica, que se presentó este jueves, y con el que se quiere volver a llamar la atención ante una situación en la que los facultativos hablan de «falta de previsión» y que significará forzosamente un cambio «de la estructura de la sanidad».

El presidente del Colegio de Médicos de Ávila, Manuel Muñoz García de la Pastora, explicó que no se ha hecho caso de las advertencias sobre la situación que se estaba produciendo, hablando de que se iba a «llegar a una situación límite en cuanto al número de personal que hay en ejercicio», por lo que se decidió hacer este estudio para que hubiera datos «palpables» tanto en Castilla y León como, en este caso, en Ávila.

Y es ahí donde se sitúa ese dato de que la mitad de los médicos (un 47 por ciento, con 302 profesionales) tiene más de 55 años y por tanto llegarán a la jubilación en una década. De ellos 195 corresponden a Atención Primaria (prácticamente todos los que hay, puntualizó el  presidente del Colegio de Médicos) y 107 a Atención Hospitalaria. Por ello cree que «habrá que tomar alguna medida para ver qué se va a hacer en esa situación».

También indicó que «hace unos años con otras condiciones de trabajo y las ganas que teníamos todos» optaban por quedarse a trabajar más allá de la edad de jubilación, pero «ahora mismo con las condiciones que hay la mayoría de la gente está diciendo que en cuento llegue su edad de jubilación se marcha», teniendo en cuenta que en una provincia dispersa como la abulense «hay médicos que tienen hasta ocho ó nueve pueblos», aunque sea con poca población. 

Y con todo ello señaló la situación que se crea a partir de la edad de los médicos, pero también hizo referencia a la feminización de la profesión, señalando que es un tema que, según dijo, hay que tener en cuenta para ver cómo afrontarlo. Indicó que la profesionalización se ha feminizado «en gran medida», sobre todo en el ámbito más joven donde hay más mujeres y el sistema de salud tiene que tener en cuenta temas como los permisos de maternidad, lactancia y cuidado de los hijos.

En concreto el informe concluye que es indispensable prever el impacto de bajas y reducciones de jornada durante periodos de embarazo y lactancia para no afectar la prestación de servicios y la calidad en la asistencia.