Guisos a la cazuela con sabor a tradición y a frío invernal

M. Lumbreras
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La 12 edición de 'Tapitas a la cazuela' reúne a doce bares diferentes en torno a la cocina tradicional de guisos calientes para enfrentar las inclemencias del tiempo, manteniendo la afluencia de años anteriores

Guisos a la cazuela con sabor a tradición y a frío invernal - Foto: Isabel García

Ávila, mediados de noviembre. La temperatura debe de rondar los 7 grados centígrados, pero un viento fuerte y frío baja la sensación térmica unos cuantos grados menos. El viento ruge feroz, haciendo llorar los ojos y curtiendo la piel expuesta a su soplo. Caminar por la calle enfría las calvas y las ideas, y obliga a abrocharse hasta arriba los botones del gabán. En esta situación, ¿qué mejor que entrar en un bar y tomarse una cerveza con una tapita bien caliente guisada a la cazuela?

Esta es la idea de la decimosegunda edición –y también de las once anteriores– de las ‘Tapitas a la cazuela’, que se está celebrando en la capital abulense durante este fin de semana. Doce son los bares participantes que desde el pasado jueves y hasta hoy domingo ofrecen a sus clientes una tapa de distintos guisos a la cazuela para combatir el frío invernal que se ha posado, sin avisar al otoño, en nuestras calles.

Así, los vecinos de la ciudad que hayan salido de tapeo este fin de semana o aprovechen la última tarde de hoy para ello podrán disfrutar de una gran variedad de guisos calientes que ayudan a templar el cuerpo después de los paseos al viento. Callos con garbanzos, guisos de ternera, de patata, de avileña, de cerdo... Todo tapas ardientes y calóricas, de comer con cuchara y con el cinturón desabrochado.

La edición de este año está yendo «bien», según comenta Víctor Gómez, presidente de la Federación Abulense de Hostelería. «Son tapas calentitas y sabrosas, tapas muy adecuadas para esta época del año» afirma Gómez, satisfecho por la marcha del concurso.

En sus palabras, este evento se ha convertido en «referente para los abulenses», ya que, «aunque no es Ávila en tapas», la gente responde «bien», sobre todo los «tapeadores». Gómez considera que la afluencia en esta edición está siendo «aceptable», ya que «mantiene» la clientela de años anteriores.

Entre los hosteleros, sin embargo, las opiniones son diversas. En el restaurante Barbacana, en el Grande, los camareros afirmaban que mucha gente desconocía la existencia de este evento y que tenían que ser ellos los que animaran a la consumición de los callos con garbanzos que han preparado para esta edición. Algo parecido decían en el restaurante El Convento, en la calle Vallespín, que este año había preparado unas caritas –judías– guisadas con pata de ternera. «No veo grupos de amigos yendo de cazuelas», afirmaba una camarera, mientras el dueño apostaba por mejorar la promoción.

Sin embargo, en la cafetería Lis&Com la opinión era diferente. «La gente sabe del evento, pide la tapita y le gusta», comentaba, satisfecha, una de las camareras. Variedad de resultados para variedad de tapas.