El debate sobre la autonomía del antiguo Reino de León, y su separación de Castilla, abrió ayer heridas en el seno del PSOE autonómico, después de que el líder socialista regional, Luis Tudanca, tuviera que salir para desautorizar al alcalde de León, José Antonio Díez, y rechazar la moción impulsada por la UPL y aprobada en el Ayuntamiento capitalino –con los votos del PSOE y Podemos– para instar a la Junta y al Gobierno a permitir «el derecho a la constitución como Comunidad Autónoma de la Región Leonesa», compuesta por León, Zamora y Salamanca. Una negativa también compartida por la Ejecutiva federal socialista, cuyo portavoz y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aseguró que en la dirección del partido ha gustado «poco» el apoyo de la formación a esta moción.
Desde el PSOE autonómico aseguraron que la posición adoptada en el consistorio de León «ni era, ni es compartida ni en la totalidad de la provincia leonesa, ni en Zamora, ni en Salamanca, tal y como se ha demostrado en anteriores ocasiones en las que este debate se ha producido». Al respecto, los socialistas recordaron que no es la primera vez que se aprueban mociones de estas características y que piden la segregación de León.
Por último, la formación indicó que respeta y es conocedora del sentimiento que existe en una parte de la sociedad leonesa desde el inicio de la democracia. «Sentimiento que se ha visto exacerbado por los sucesivos gobiernos de la Junta que, durante 30 años, han incrementado los desequilibrios entre territorios y el sentimiento de agravio entre los mismos», aseveraron.
Por su parte, el alcalde de León, José Antonio Diez, aseguró tras la aprobación de la moción que lo hacían por «un sentimiento total de la ciudadanía de no pertenencia a Castilla y León», para «mejorar la calidad de vida y el posicionamiento de León y sus habitantes», frente a «una ‘y’ copulativa entre Castilla y León que, lejos de unir, marca la diferencia». Diez consideró que la Región Leonesa es la «gran perjudicada» por una Comunidad «con una centralización abusiva que se refleja en la pérdida demográfica y de proyectos de desarrollo, con una diferencia de PIB de 4.000 euros».
En contra votó el PP, cuyo portavoz, Antonio Silván, preguntó a Díez si «presentaría su dimisión en el caso de no contar con el apoyo socialista en la Junta y Gobierno».