El Niño sonríe a Castilla y León y deja casi cinco millones

SPC
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El primer premio del sorteo lleva a Veguellina de Órbigo (León) dos millones y el tercero deja 2,5 en Valladolid, a los que hay que sumar segundos en la capital del Pisuerga, Medina de Rioseco y Zamora

El lotero Tomás Fernández, celebra, junto a vecinos de Veguellina de Órbigo, el primer premio de la Lotería del Niño. Foto: Ical

Los tres principales premios del Sorteo del Niño tocaron en Castilla y León. Parte del primer premio correspondiente al 57.342 se vendió en la localidad leonesa de Veguellina de Órbigo, donde diez décimos dejaron dos millones de euros. Asimismo, cien décimos del tercer premio, el 26.706, llevaron a Valladolid 2,5 millones de euros. Y el segundo premio del sorteo también bañó algo la Comunidad, aunque fue el más repartido, y dejó en la autonomía al menos décimos sueltos que se vendieron en la capital del Pisuerga, en Medina de Rioseco y en Zamora, repartiendo 75.000 euros cada uno.

El primer premio del sorteo de El Niño, para el número 57.342, llevó grandes dosis de emotividad a la localidad leonesa de Veguellina del Órbigo, donde visiblemente emocionado, el titular del establecimiento, Tomás Fernández López, que lleva al frente de la misma más de 30 años, inició este 2020 su último año laboral repartiendo suerte antes de jubilarse.

"El negocio de la es muy grande y siempre da premios grandes”, enfatizó en declaraciones recogidas por Ical. Sin embargo, es su primera vez repartiendo la suerte en temporada navideña, ya que el anterior premio que repartió, vendido en 2018, correspondía al sorteo de los jueves de la Lotería Nacional, “el pequeño de la casa”.

Esta vez, en este día de Reyes, Tomás regaló suerte a través de diez décimos vendidos en ventanilla desde el mes de noviembre, cuando se empieza a vender esta lotería y que ha quedado en su mayoría en habitantes de la localidad.

La propietaria de la cafetería Contracultura fue una de las agraciadas por este sorteo de El Niño, concretamente mediante un décimo que jugaba a medias, por lo que le corresponderán 100.000 euros. “Estoy un poco asustada, no sé ni cómo reaccionar, estoy que no estoy”, cuenta Noelia, quien destinará el premio a “tapar agujeros y poder seguir trabajando de otra manera y con otra alegría”.

“En León nunca toca nada. Estábamos viendo el sorteo y salía Valladolid o Zamora pero de repente esta vez sí apareció Veguellina”, apunta Ramón, también agraciado, en esta ocasión con un décimo completo, explica que invertirá los 200.000 euros en “ver qué necesitan los hijos y viajar, pero no con los hijos, sino con mi mujer”.

El tercero, en Valladolid

Pocos minutos después de arrancar el sorteo, los niños de San Ildefonso anunciaban que buena parte del tercer premio, correspondiente al número 26.706, se había vendido en la administración de loterías número 18 de Valladolid, El Gato Negro, ubicada en plena Plaza Mayor.

La noticia, escuchada por la radio, sobresaltó a Julio Manuel Díez, el lotero, que el próximo mes de febrero cumplirá sus dos primeros años al frente de la administración. “Yo estoy un poco descolocado, es la primera vez que me ocurre esto”, sonreía nervioso ante los numerosos periodistas que se acercaron al establecimiento poco después. “Me hacía falta porque estoy empezando y necesito visibilidad. Esto seguro que me podrá ayudar a vender un poco más, al menos el año que viene tendremos aquí un cartelito diciendo que ya hemos dado algún premio”, desgranaba en declaraciones recogidas por Ical.

Julio se había acercado a la administración con la principal expectativa de adelantar algo del papeleo pendiente tras la resaca laboral navideña. “Tenía muchísimo papeleo pendiente que hacer, vine tranquilamente a trabajar, pensando que no iba a venir nadie a verme, y con la idea de hacer mis cosas antes de ir a comer cuando saltó la noticia”, explicó antes de confesar que le hacía “muchísima ilusión” y que está “encantado”.

“Parece que la suerte en la Lotería de Navidad dejó un poco abandonada a Valladolid y yo creo que esto nos compensa un poco”, sonríe antes de explicar que ha despachado, directamente en ventanilla, diez series (cien décimos), que equivalen a dos millones y medio de euros.

Incluso hoy, pocos minutos después de conocerse el premio, uno de sus afortunados clientes le telefoneó de forma anónima al establecimiento para darle las gracias. “No quise preguntarle quien era, pero me explicó que estaba muy contento, y que había elegido ese décimo porque el 26 de junio del 6 era una fecha muy significativa para él”, relató.

El lotero cree que el premio que ha salido de su administración ha estado “muy repartido”, ya que todo él se ha distribuido por ventanilla, desde una administración que, al estar enclavada en plena Plaza Mayor, atiende constantemente “tanto a la gente de Valladolid como al turista que viene, porque todo el que viene a Valladolid pasa por la Plaza Mayor”.

El segundo, muy repartido

Y el segundo premio, el más repartido, fue para el 21.816, del cual al menos un décimo se vendió en el despacho receptor de la Librería Julcar, un establecimiento vallisoletano al lado de la Plaza de San Juan, regentado desde hace cuarenta años por Julia Peñas Cantalapiedra y su marido, Manuel Martínez Hernández. A ellos la suerte les pilló también trabajando, y a duras penas podían creerse la noticia cuando una periodista les dio la primera noticia.

“Yo creí que se había equivocado la chica que nos avisó, porque el pasado día 22 ya dimos un cuarto premio de la Lotería de Navidad y no esperábamos que se repitiera la cosa, pero si en Navidad dimos un cuarto y ahora un segundo, en el próximo sorteo pegaremos el petardazo”, reía ella.

Los dos confesaban a los medios que desconocen por el momento el número de boletos que han despachado con ese premio, mientras Manuel confiesa su alegría por haber despachado parte del premio a través del punto de venta: “Me alegra que lo demos también los receptores mixtos, porque parece que a veces no se nos tiene muy en cuenta y siempre se mira más a las administraciones. La gente es un poco reacia en principio pero ya se están dando cuenta de que lo que pagan es el número y la suerte nadie sabe dónde está”, argumenta.

Para su esposa, dar este premio, que “probablemente” sea el de mayor cuantía que han repartido en décadas de trabajo, algo que calificó como “un orgullo” y un motivo de alegría que celebrarán, en unas horas, con sus dos hijos. “Y a seguir currando, y que nos traiga trabajo y salud, que vuelva a tocar y seguir dando premios...”, concluye.

Por otra parte, al menos otro décimo de ese mismo segundo premio se vendió en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco; así como en el punto de venta de lotería en la calle Churruca, 58, el bar Oasis de Zamora.

El propietario del establecimiento zamorano vendedor Juan Carlos Lobo,  explicó a Ical, que está contento por haber repartido suerte, aunque le hubiese gustado que la cantidad hubiese sido mayor. "A esperar para otro año y si me hubiese tocado mejor", dijo.

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