Mercadona reabrió este jueves su establecimiento de San Nicolás, después de la reforma integral que se ha llevado a cabo en el mismo y que ha supuesto una inversión de un millón de euros.
Treinta y tres proveedores y 255 personas han trabajado durante semanas para adaptar el establecimiento al nuevo modelo de tienda eficiente de la compañía, que se basa en mejoras medioambientales, tecnológicas y de servicio.
Un nuevo punto de acabado para la carne, una nueva charcutería con jamón al corte y envasado, una góndola central en la perfumería para la cosmética especializada, un servicio de zumo de naranja recién exprimido... son algunas de las mejoras en lo que al servicio se refiere en una tienda que ha mejorado también sus accesos y sus pasillos, ahora más anchos. 
Con una superficie de sala de ventas de más de 1.400 metros cuadrados, el nuevo establecimiento, cuyo diseño se ha renovado y que se ha desarrollado en colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia, incluye también mejoras de cara a los 50 trabajadores de su plantilla.  
Por otra parte, en la nueva tienda  que está conectada tecnológicamente, se han tomado medidas que permiten reducir hasta un 40 por ciento el consumo energético respecto al modelo de tienda convencional, debido a la mejora del aislamiento, optimizando los materiales y el grosor de paredes y techos y con nuevos arcones de congelado más eficientes energéticamente y respetuosos con el medioambiente.