Tanto por dentro y tan poco tiempo para mostrarlo, tanto que decir pero tan poca gente a la que valga la pena contárselo. Del mundo nos iremos como vinimos, llenos de potencial que solo nosotros somos capaces de ver. Hasta ahora.
La historia lo repite una y otra vez, es la vida de millones de personas cuyos dones y talentos se van por el sumidero sin que a nadie le interese, cementerios llenos de personas «que podrían haber sido» y no tomaron el valor necesario, no fueron lo que podían ni para los demás ni para ellos mismos.
De niños escuchábamos a nuestros mayores hablar de sus problemas sin apariencia de tratar de cambiarlos. Para ellos la vida era como era, ellos mismos eran como eran de modo que sus estados de ánimo no estaban atados a sus metas y aspiraciones, sino a sus condiciones de vida. Ellos no «elegían», la vida simplemente les traía o les quitaba y aceptaban las consecuencias. Hoy día la sociedad no ha variado demasiado, se comparten frases, se leen más libros y se siguen a más gurús pero el resultado sigue siendo parecido: miedo, parálisis y vulnerabilidad que lo inundan todo.
Si queremos cambiar algo tenemos que hacer que ese algo suceda. Aprovecha la rabia o la frustración o las ganas o la decepción porque algo dentro de ti sabe que lejos de lo que estás haciendo contigo, es injusto no verte a tu nivel. Es tu lado oculto, ese que sabe quién eres aunque no lo notes el que tiene todas las respuestas. Se llama Yo, y ese verdadero yo que deberías estar siendo por tantas veces que te has necesitado pide a gritos que lo saques de una vez de la jaula en el que tu miedo le ha obligado a vivir en condena y silencio.
En el silencio vivimos la mayor parte del tiempo. ¿Qué te asusta tanto de ti y de la vida como para caminar a la sombra de lo que eres? ¿Acaso crees que tus metas estarán allí esperándote si eliges ser una persona que encaje en el grupo en lugar de que destaque? Para nada! Irás detrás de los objetivos equivocados porque la persona que eres ahora se conforma con ellos, encaja en ellos y no puede ver más allá. Tal vez deberías tener una pequeña charla con esa persona para explicarle cómo van a ser las cosas a partir de hoy.
Conocerse a uno mismo y mostrarse serán tus dos trabajos en este día. Dedícale toda una vida  a llegar a conocerte de verdad aunque no te entiendas del todo, no hace falta, nos conocemos lo suficiente como para saber que si nos dedicamos a algo lo conseguiremos. No te asuste el que no se te vea al principio, que se no se te conozca bien. ¿Cómo va a saber nadie de qué somos capaces si no hacemos nada por demostrarlo? Este es tu segundo trabajo, pero lo harás por ti, porque al descubrirte verás lo mucho que puedes hacer por tu vida y por la de los demás. Mucha gente no aprende porque nadie puede enseñarles nada, y el hecho de que tú puedas hará de ti alguien todavía más grande.
Forja la idea de la persona capaz, dispuesta, útil y que desea ser más allá de lo que se reconoce a sí misma por dentro. Ábrete al mundo y expándete con él, es literalmente difícil hacer esto las primeras veces, ¿pero qué tienes que perder que no sea una vergüenza y un miedo que te paralizan? Nada, absolutamente nada.