Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Ramiro, el último pastor

20/07/2022

El nombre de Ramiro Arias Gago no les dirá nada. Lo sé. No era una de esas personas que se dejara ver en espacios abigarrados y concurridas tertulias. ¡Qué va! Era, hasta este domingo, uno de los vecinos más genuinos y auténticos de un pueblo zamorano (Fontanillas de Castro). Un hombre de esos hechos a sí mismo que amaba como nadie su oficio, el de pastor, y que lo ejerció cada día hasta que, recientemente, la salud le falló por primera vez y le arrebató lo que más quería: la libertad del campo y el cuidado de su rebaño de ovejas.

Con su marcha ahora a otros campos ignotos y quizá más sosegados, Castilla y León no sólo pierde a unos de sus últimos pastores de raza, sino que todos perdemos también a una persona ejemplar, entrañable y realmente sabio. Y digo bien, sabio, porque escucharle era un verdadero privilegio para el intelecto personal de su interlocutor.

En su dilatada vida (92 años) no había visitado ni un hospital, lo que evidencia la fortaleza que aporta la mal llamada 'España vaciada'. Él mismo lo repetía: "las ovejas son mi oxígeno; el día que no pueda salir con ellas, sé que no merecerá la pena seguir".

La noche del domingo, mientras ardía de nuevo la Sierra de la Culebra, y desde Fontanillas de Castro se apreciaba con inaudita perfección el avance de las llamas, se apagó la vida de Ramiro, el último pastor.

Su conocimiento y su cotidiana dedicación a un oficio tan digno como olvidado centra el rodaje de un cortometraje documental que próximamente verá la luz con el título de 'Ramiro, pastor de por vida'. Será un merecido homenaje a una persona que deja un legado imborrable: la importancia del medio rural en el proceso de envejecimiento de las personas, la relación directa que existe entre la mejor ancianidad posible y el lugar habitual de convivencia y la necesaria potenciación de un oficio ancestral que, por cierto, sería el mejor cortafuegos contra la barbarie medio ambiental de los incesantes incendios.

Estoy seguro de que a Ramiro, allá donde ahora se encuentre, le seguirá fielmente su pequeño rebaño. Al fin y al cabo, fue en vida el mejor pastor de la comarca y lo seguirá siendo allá arriba. Descanse en paz.