Juan Ruiz-Aýucar

Quince barrios

Juan Ruiz-Aýucar


Sobre usos y costumbres

03/02/2021

Estaba yo en la terraza de un bar de mi barrio, pegado al indispensable supermercado y más en estos tiempos, cuando un camarero muy activo, entre ida y vuelta desde el interior del local a la intemperie, dijo preocupado al dueño del negocio que le olía a humo. La respuesta de éste fue fulminante, tan cierta como el buen humor que acostumbra, incluso en las actuales circunstancias, dejando bien claro a todos los clientes que le escuchaban al aire libre que estuvieran tranquilos, que sólo era él quien estaba quemado.
Lo escuchado no dejaba de ser una realidad al tiempo que una esperanzadora declaración de hipotéticas intenciones sobre el futuro de este y de otros muchos establecimientos de hostelería de Ávila, que preparan comidas para llevar o sirven en las terrazas. Sólo falta que tal esperanza, trasladada en la práctica a todos los tipos de negocios y trabajos habituales, se convierta en una realidad no muy lejana, la de toda la vida, donde convivamos los ciudadanos como siempre hicimos, ahora que entramos en el duodécimo mes consecutivo desde que nuestra forma de vida experimentó un cambio tan radical como sorprendente para todo el mundo. 
Entre tanto, nos encontramos con el mes de febrero, iniciado hace tres días, cuyo calendario indica que hoy celebra la Iglesia Católica la festividad del popular San Blas, el médico y obispo eremita que sufrió martirio en la actual Turquía a principios del siglo IV. Un santo que se recuerda especialmente en Aldeanueva de Santa Cruz, Blascosancho, Casas del Puerto, Casasola, Cisla, Pascualcobo o San Lorenzo de Tormes, así como en Amavida, El Fresno, Lanzahíta, La Adrada, Bercial de Zapardiel, Mesegar de Corneja, Poveda, Serranillos y Medinilla. 
Y es que el segundo mes del año se viste de fechas no laborables en una treintena de localidades de la provincia abulense, que en esta ocasión no podrán celebrar como es costumbre sus festejos patronales, los cuales deberían comenzar ayer con la Virgen de las Candelas, también recordada en la iglesia abulense de Santiago Apóstol, donde se conmemora la presentación del Señor en el Templo y la purificación de la Virgen María. Conocida popularmente como fiesta de las Candelas, esta parroquia de la capital conservaba desde tiempos lejanos la costumbre de bendecir los cirios presentados por los feligreses al oficiante en el transcurso de una ceremonia en la que los niños nacidos el año anterior eran los protagonistas al amparo de la imagen de Nuestra Señora del Socorro, que siempre ha presidido el oficio religioso. 
Esta fiesta de la Candelaria tiene gran relevancia en otras muchas localidades de la provincia, como es el caso de la vecina Sotalvo, donde la Virgen es patrona titular, así como la recuerdan en El Barraco, Padiernos, San Vicente de Arévalo, Santiago del Collado, Amavida y  Gallegos de Altamiros.
Santa Águeda y San Pedro Bautista siempre fueron el 5 de febrero motivo de celebración en otras localidades, entre las que destaca San Esteban del Valle, donde alcanzó gran renombre su célebre Vítor en honor al protomártir del Japón, hijo del pueblo. 
La segunda semana de febrero tendrá a Arévalo y Cuevas del Valle como focos de atención al celebrar la festividad de la Virgen de las Angustias, que la tienen como patrona local y cuya festividad será el 9 de febrero. Otros pueblos también manifiestan su devoción por algunos de los santos citados con actos religiosos, procesiones y festejos populares, que este año no tendrán lugar por las causas de fuerza mayor ya citadas y de todos conocidas, que  se cerrarán el día 20 en San Esteban de Zapardiel en honor a San León.
Seguimos así con todo tipo de circunstancias ajenas a lo que venía siendo normal año tras año, incluidas las meteorológicas, con el pasado enero como ejemplo más reciente, cuando en tan sólo treinta días puede decirse que se sucedieron las cuatro estaciones del año y con algunos casos batiendo marcas históricas en nuestra ciudad y en el resto de la provincia. Pongamos como ejemplo la máxima rozando los 20ºC de temperatura alcanzados en Ávila el día 28, pocos días después de sufrir mínimas que superaron los diez grados negativos y con cinco jornadas consecutivas durante las cuales el termómetro permaneció todo el tiempo bajo cero, tanto de noche como de día. Algo ciertamente excepcional, como lo será el hecho de no celebrarse las fiestas del Carnaval del 12 al 17 del mes en curso, al menos presencialmente.