Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


Los ciudadanos somos las víctimas

26/11/2022

Es curioso que, la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, presente ante casi doscientos profesionales el que llaman 'Plan Persona' –Ávila será la primera en implantarlo– para humanizar la asistencia sanitaria. Estoy seguro, al igual que otras muchas personas, que una de las cualidades de cualquier médico, enfermera y auxiliar tiene, aparte de su profesionalidad, es el trato humano que acostumbran a dar a los enfermos cuando estos tienen la suerte de ser atendidos, sobre todo tras la pandemia del Covid19. Actualmente las citas previas, para ser observado presencialmente y no a través del teléfono, suelen prolongarse varias jornadas y el acudir a la consulta del especialista cuesta varios meses de espera, con los consiguientes trastornos y molestias para los pacientes. 
Situación que, en parte, es debida a la falta de médicos. No es que no salgan de las universidades españolas, sino que con los precarios contratos laborales que aquí les ofrecen, la interinidad y sobrecarga asistencial en áreas como la Atención Primaria, prefieren marchar a cualquier otro país de Europa, donde pueden desarrollar su profesión con más calidad, bastante mejor sueldo y compatibilizar bien su vida laboral y personal. Otra mayor parte es de los políticos, tanto del Gobierno de España como, en nuestro caso, de la Junta de Castilla y León. No ponen los medios precisos para, además de acabar con esas fugas de profesionales, evitar se vaya deteriorando día a día nuestro, hasta hace poco, envidiable sistema de Salud. 
Llama la atención que la representante de la Sanidad castellano y leonesa diese a entender que uno de los más de ciento sesenta objetivos que tiene el 'Plan Persona' es prestar menos atención a las altas tecnologías, necesarias para el avance en los tratamientos y lograr se erradiquen en gran parte enfermedades, que, hasta hace poco, producían un buen número de fallecimientos y ahora se convierten en crónicas y con una buena calidad de vida. En su lugar sí había que poner más interés en el trato humano a los pacientes pues «venimos de épocas convulsas, donde hemos tenido una atención desordenada y no hemos podido tratar al paciente y a sus familiares con toda la calidad que se necesita». Algo que, seguro, ha molestado a una gran parte de los profesionales porque, en líneas generales, su interés hacia el enfermo suele ser exquisito.
El ofrecerles, como incluye el plan, un mejor servicio de alimentación y soluciones para que puedan conciliar bien el sueño y tener mejor descanso, a la vez que un trato más cálido y cercano a los familiares de las personas ingresadas, es algo que si vendrá bien a quienes viven esa situación hospitalaria. 
Esto no es todo. Es imprescindible que la Junta de Castilla y León, por medio de la Consejería de Sanidad, se preocupara más por mejorar la atención sanitaria en Ávila ya que, durante la presidencia de Vicente Herrera y con el consejero Antonio María Sáez Aguado, fuimos la «olvidada» en nuestra región. Hubo promesas, como la instalación de la Radioterapia, que, tras varios años de espera, parece recibirá los primeros pacientes en 2023. De otras ni se acuerdan. 
Esperemos lograr algo más de este gobierno de coalición. Ya, en las Cortes regionales, se aprobó por unanimidad, la proposición no de ley que presentó Por Ávila, para la creación, por fin, de una Unidad del Dolor en el Complejo Asistencial.
Pero no vio «luz verde» la otra proposición de Pedro Pascual, para construir un centro de Salud en el barrio de Las Hervencias, por la negativa de los procuradores de Vox y Partido Popular. Estos, cuando en 2008 era alcalde Miguel Ángel García Nieto y el Consistorio ofreció un terreno para levantarlo porque era preciso, ahora manifiestan no es necesario y que todas las personas que viven en esa zona acudan al centro 'Ávila estación', que va a ser remodelado y modernizado. Seguro quedará pequeño en poco tiempo y luego se lamentarán. 
Los procuradores socialistas abulenses continúan viéndolo necesario y critican la actitud no reivindicativa de Pedro Pascual cuando militaba en el PP y que García Nieto defendiera hace años su construcción y ahora se muestre contrario a hacerlo realidad.
Los planes para «humanizar» la Sanidad pueden venir bien. Mejor nos iría si llegase lo que la provincia necesita y cesaran las luchas partidistas por apuntarse el tanto. En estos conflictos los ciudadanos somos las víctimas.