La oposición es un lugar muy cómodo porque se pueden ofrecer soluciones para todos los problemas sin tener que arrostrar sus consecuencias, ni se ven obstáculos para poner en marchas sus propuestas por serias o peregrinas que sean, y donde el ejercicio del populismo es más evidente a la espera de llegar al poder. Pero a veces los deseos se cumplen y es el momento de aplicar medidas que resuelvan las dificultades de la ciudadanía, sobre todo de aquellas personas o familias más vulnerables, aquellas a las que más se deben.
La maldita hemeroteca acaba de recordar al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que cuando no formaba parte del Ejecutivo, y ante una subida desmesurada de la electricidad, afirmó que con él en los mandos del poder eso no volvería a ocurrir. Pues bien, ha vuelto a pasar, la electricidad en los primeros días del año, y cuando la tormenta ‘Filomena’ más aprieta las isobaras y provoca una de las nevadas más notables de los últimos años, ha subido un 27%. En su descargo Pablo Iglesias puede decir que ese es el negociado de la ministra de Industria Reyes Maroto. Pero tan acostumbrado está el Gobierno a escuchar la voz de Pablo Iglesias en todos los asuntos que considera de su incumbencia que su silencio en este caso no deja de llamar la atención. Y esta sí que es una de las cosas de comer, aquellas a las que Unidas Podemos deben prestar más atención.
Que desde el PP se haya hecho sangre en este asunto es comprensible porque es una reacción refleja tras las críticas recibidas cuando era Rajoy quien estaba al timón del Gobierno, aunque fueron ellos quienes establecieron el mecanismo por el que se calcula el precio de la energía que se refleja en las facturas. No deja de ser una respuesta tan populista como la que en su día realizó Pablo Iglesias. Pero el vicesecretario de Política Territorial del PP, Antonio González Terol, ha sido más comedido y ha afirmado que "Nosotros no le vamos a echar la culpa al Gobierno de España”, quizá porque reconozca que su partido ha demostrado muchas veces estar más preocupados por los beneficios empresariales que por otras cuestiones.
Las críticas al mutismo de Pablo Iglesias, sin embargo, también proceden de una astilla de su propia madera, y han sido dos representantes de la formación progresista valenciana, Compromís, quienes se han encargado de recordar a Pablo Iglesias de que es el momento de actuar para regular el precio de la luz como prometía que haría cuando estaba en la oposición. También su antiguo compañero, Íñigo Errejón, le recuerda que es en los días más fríos cuando llega “la especulación más vergonzosa" que hay que limitar. .
A pesar de las medidas establecidas, como el bono social, para disminuir el impacto de la pobreza energética, es evidente de que son necesarias más para reducir el impacto en el precio de la luz para que haya un suministro con un precio razonable. No hay duda de que la subida registrada tendrá una explicación técnica, que si el incremento del precio del gas, que si dificultades en Argelia, que si los desajustes en el sistema de proveedores… La consecuencia es que la energía es más cara cuando más se necesita y que prima la ley de la oferta y la demanda sobre otras premisas. Y que no es lo mismo predicar que dar trigo.