Pilar Álvarez

Lo social

Pilar Álvarez


¿Hemos dejado de hacernos preguntas?

08/12/2021

Debemos de sentir la necesidad de formular preguntas sobre nuestra existencia, como también de todo lo que nos rodea, para apoyarnos en tomar ciertas decisiones y, sobre todo, no estar en la «ignorancia del por qué». Este tema puede generar un gran impacto, tanto en los demás como en nosotros mismos. Sin embargo, no estamos acostumbrados a ello, y centramos nuestra vida personal familiar y laboral… en encontrar las respuestas correctas. En lugar de hacernos las preguntas adecuadas, y es que en muchas ocasiones no somos conscientes de que las preguntas pueden ayudarnos a analizar los problemas en profundidad, siendo necesario para la buena convivencia, con ello ampliaremos nuestro campo de reflexión, desde diferentes puntos de vista…
El arte de preguntar nació con Sócrates, por lo tanto, no es algo nuevo. El problema es que con el paso de los años hemos dejado de darle la importancia que realmente se merece. Sócrates afirmaba que lo más importante que había hecho en su vida era enseñar a los hombres a hacerse preguntas. Y es que ante ciertas decisiones ajenas a nuestra persona deberíamos de preguntarnos, y preguntar, el por qué del cambio dado. Aunque no lo creamos necesario, todo cambio repercute en nuestra sociedad por lo tanto en nuestras vidas, etc. Algo también importante y necesario es ser personas curiosas del saber, ello nos permitirá descubrir cosas nuevas. Los grandes líderes y negociadores deben tener la capacidad de reconocer que no lo saben todo, y ser conscientes de la importancia que tienen las preguntas para ampliar su conocimiento. Einstein solía decir: «El secreto en la vida no es dar respuestas a viejas preguntas, sino hacernos nuevas preguntas para encontrar nuevos caminos».
Es necesario  preguntar con interés y humildad, con ello nos volveremos más empáticos mejorando con ello nuestras relaciones, dejando ver que estamos abiertos a nuevos puntos de vista. La investigación y el aprendizaje se basan en obtener nuevos conocimientos, y eso solo podemos lograrlo preguntando. Por ello, las preguntas son la base del aprendizaje, de la enseñanza, y la investigación. Ser capaces de hacernos a nosotros mismos preguntas nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, y superar nuestras limitaciones. Si usted quiere generar nuevas ideas, y desarrollar la creatividad e innovar, no busque respuestas, busque preguntas de valor para el conocimiento.
En alguna ocasión nos hemos encontrado también con esta frase (pregúntatelo a ti mismo), entonces si nos vemos obligados a hacerlo, aunque la respuesta que nos demos no sea la acertada, estamos en la actitud humildemente de la investigación.
 Todo el conocimiento del que actualmente disfrutamos en la vida diaria surgió porque hubo mentes exploradoras que se plantearon las preguntas adecuadas. Es importante nuestro mejor juicio ante ciertas preguntas, sobre todo ante preguntas importantes, como sentarnos ante un jurado, y como no, para evaluar el ejercicio político de algunas personas, al ponernos de parte de algún miembro familiar ante las discusiones, y muy importante a la hora de decidir un movimiento de reforma educativa. Cuando uno razona bien las preguntas, uno hace más que exponer hechos. Es más, una posición bien razonada no se debe describir como mera «opinión». A veces decimos que el veredicto de un juez es una «opinión», sin embargo exigimos que la respuesta esté basada en evidencia relevante y razonamiento sólido.  «El líder del pasado era una persona que sabía qué responder. El líder del futuro será la persona que sepa cómo preguntar».

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