Ricardo Guerra Sancho

Desde mi torre mudéjar

Ricardo Guerra Sancho


Los libros como protagonistas

19/04/2023

Este pasado fin de semana ha sido espléndido, un gran remate de la Semana Santa, que tampoco ha tenido desperdicio.
De nuevo se ha dejado sentir la acumulación de actos que se atropellan entre ellos mismos… Trajes castellanos en el Teatro Castilla, promovido por la pujante asociación de nuestro folclore Entre Ríos, muy interesante.
La Coral La Moraña en las XXXVI Jornadas Culturales de la Casa Regional de Castilla y León en Coslada, una de esas poblaciones madrileñas que, como otras del cinturón metropolitano, suma por sí sola como la población de media provincia nuestra, y aún algunas tanto como toda Ávila… una gran población que desde la primera vez que la visité me pareció una ciudad muy verde y bien trazada. El acto se desarrolló en el salón de actos de la Biblioteca Municipal 'La Jaramilla', junto al ayuntamiento y a esa gran Plaza Mayor, moderna y amplia. 
También había una carrera solidaria a favor de la enfermedad Duchenne y Becker…
Pero hoy yo quería tratar de otra vivencia mucho más que interesante: la celebración del Día del Libro Arévalo 23. Sí, ya se que no es la fecha… pero no en todos los sitios al mismo tiempo se puede celebrar para que diversas editoriales, librerías y autores puedan estar presentes y así realzar el acontecimiento cultural.
Parece constatarse que desde de la pandemia se ha incrementado sensiblemente la lectura, después de aquellos datos que siempre nos daban una llamada de alarma y, sin embargo, parece que después de ella se está despertando con fuerza, algo positivo tendría que tener.
Comenzó el pasado año, cuando un grupo de gentes lectoras y apasionadas de los libros, lectores y escritores, con Rosie a la cabeza, se propusieron celebrar en Arévalo el Día del Libro, en torno a estas fechas de abril. La primera fue una edición sorpresiva y muy positiva, con bastante participación y éxito de visitantes y de ventas. Tal fue así, que quedaron emplazados para dar continuidad a esta preciosa iniciativa, que, con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad, han realizado esta segunda edición que ha cumplido todas las expectativas, y aun más. Mucha participación, en un fin de semana esplendido, muy animado y todos contentos. Una preciosa oferta que ha cosechado gran éxito y ha afianzado la idea de continuidad. 
Y así fue cómo en la Plaza del Arrabal se ha celebrado la II Feria del Libro, doce mesas que han acogido los más diversos aspectos del mundo del libro, como editoriales, auto editores y librerías, libro nuevo y de segunda mano, de edición actual o descatalogados, los más diversos temas posibles, literatura para niños y adultos, y para todos los gustos… en fin, una amplia oferta que ha hecho pasar unos buenos ratos a bibliófilos y lectores.
Pero lo que a mí me ha puesto las pilas ha sido la mesa de escritores arevalenses, nuevos valores, escritores jóvenes, y yo mismo, que me han invitado como cronista y también como escritor de la historia, un honor que me ha hecho sentirme muy bien arropado y acompañado por Iván Antonio y Luciano Muriel, dos grandes promesas, bueno, ya dos grandes realidades en el mundo de la escritura, con sus novelas o teatro, y además, muy bien acogidos por su público incondicional, que le tienen, y por gentes nuevas que les van descubriendo. Y Elena Clavo, una jovencísima poeta que está dando sus primeros y prometedores pasos. Rosie me invitó como un veterano y así me sentí tan bien rodeado, otra experiencia para atesorar… No me considero escritor, ya me gustaría, pero escribo de lo mío, de historia, de arte, y de las cosas de nuestro Arévalo, en algunos libros y en este nuestro querido Diario de Ávila, con reseñas o artículos, que también es otra forma de sentir en lo más profundo nuestras cosas de la cultura escrita.
Y muchas visitas más que agradables, amigos de las redes que por fín se encontraban cara a cara, personas que te siguen en lo que haces y se alegran de verte así, o personas que ya tienen tus libros y aprovechan a pasar a verte para que se los firmes… ¡que gratificante! La verdad que sentí algo de vanidad… y amigos fuertes, varios y algunos por sorpresa, como Sonsoles Sánchez-Reyes, mi gran referente en la cultura abulense que, aunque conocida desde hace bastante, nos leíamos mutuamente, tuve la ocasión de estrechar lazos cuando me presentó mi libro de la Virgen de las Angustias en el Episcopio abulense… ¡¡Gracias a todos!!  ¡Vivan los libros!