Antonio Pérez Henares

LA MAREA

Antonio Pérez Henares

Escritor y periodista. Analista político


La "opinión publicada" contra la "opinión pública"

22/06/2021

Se lo oí hace muchos años a Felipe González, que una cosa era la "opinión pública" y otra la "opinión publicada" y no sé si tuvo razón por entonces en su no coincidencia, pero si parece que en estos tiempos por los que transitamos es muy perentorio establecer ya no solo diferencias sino choques frontales.

Hoy la "opinión publicada" es mucho más que lo escrito en prensa, que empieza hasta a ser lo de menos. Es es lo radiado, televisado, tuiteado, "viralizado" y no cuantas cosas más que inundan, si uno se deja, cada segundo de nuestra vida. De la "opinión pública" ya casi ni se habla. Cuando menos se la saque a pasear pues mejor, pues el pensar y sentir de las gentes del común, antes llamado "sentido común" está muy mal visto por los sanedrines progrecráticos que hegemonizan el doctrinario. Vamos, que tiende a ser un tanto "facha", según ellos y su muy invasiva y jaleada "opinión publicada".

La pregunta es: ¿Coinciden la opinión publicada con la publica?.¿ Coincide esa mayoría abrumadora y pertinaz que cada día se lanza sobre nuestra neuronas con lo que las gentes piensan?. ¿Trasmiten las pléyades de comunicadores, opinadores, tertulianos, analistas y tituladores el pulso de la sociedad o lo que intentan es cambiarnos las pulsaciones?. ¿Informan y comentan o prescriben, proscriben y dictan lo que a su incuestionable juicio y sentencia deben o deberían ver, creer y opinar?

Porque si, es el ejemplo más palmario, lo que arrasa en twitter, pradería que esas tropas entienden como pastizal exclusivo, aunque cada vez con más réplica, fuera lo que prevalece en el pensamiento colectivo de nuestra sociedad, Iglesias hubiera sido presidente del Gobierno con mayoría absoluta. Ayer sin ir mas lejos, ya la hacían a su semi-sucesora Yolanda Díaz. Cada mañana las kábilas podemitas colocan como "tendencia" nacional, supongo que a base de darle todos a una a darle al clik ese como locos y poner a trabajar a los camaradas robots, a uno de los suyos en positivo y en mofa, befa y escarnio a uno de los contrarios, en ocasiones aprovechando el panfleto publicado en algún medio afín, que son casi todos, o exhibido en alguna tertulia de la cuerda, que son más todavía.

Pero ¿es twitter el reflejo de la sociedad española?. Más bien diría que intenta lograr, a través de ello y de toda la comunicación goobelsiana, que lo sea. Pero que el personal se resiste más cada día y anda presto al sartenazo en cuando le dejan coger el mango. El voto, vamos.

No ha existido, que recuerde, demostración empírica más clara y sonada que lo sucedido en Madrid muy recientemente con Isabel Díaz Ayuso. A tenor de esa opinión publicada, no hubo ni tres que se atrevieran a escribir o pronunciar palabra en favor suyo . Era de entrada y como poco una "IDA", o sea una trastornada, una loca de atar y ya, entrando en materia sesuda, un desastre criminal, una trituradora de la sanidad, una cocida tabernaria y la nieta de Hitler. Tan agudo pronostico y análisis les llevaba a proclamar que si una gran mayoría iba a las urnas sería arrojada por el despeñadero y al estercolero. El pueblo-expresión que compruebo está cayendo muy en desuso en quienes antes no se les caía de la boca- les hizo cazo, fue a votar en mas. Y la voto a ella. El pueblo y el voto: la opinión publica convertida en hecho, el verbo hecho.

Hoy estamos con los indultos a los separatistas sediciosos catalanes otorgados por Sánchez, contra la Justicia y sus propias promesas y solemnes juramentos, sin pedirlo ellos y, es más, entendiéndolo como primer paso de rendición, recogiéndoles como quien recoge un despojo y proclamando y ya comenzando a cumplir que se ponen de nuevo a la tarea de repetir jugada.

Cuando se soltó la liebre algo afloró de opinión publica, algunas encuestas señalaron que el rechazo era muy mayoritario y hasta salieron Page y otros baroncillos a dar su pellizquito de monja, como acostumbran hacer antes de meterse raudos tras el torno y volver a la obediencia del convento. Pero ahora están ya los galgos casi con la liebre en la boca y lo que parece prevalecer tras una exitosa campaña por tierra mar y aire y haber metido en el ajo a la Botín, al Pallete y a ese señor desaparece la CEOE que se llama Garamendi pero que suena a Arrimadas, es que los indultos son una cosa buenísima, el bálsamo de Fierabrás de la concordia y la música amansafieras- por eso, supongo, eligieron el Liceo- con que el flautista de Hamelin va a llevarse a los ratones detrás para que se tiren por el acantilado.

Esa es, y supuestamente logrado en cuatro días, lo que la opinión publicada ha desparramado y ya parece no solo la verdad absoluta sino que los españoles hemos comprado y todos alzamos nuestras voces al cielo dando loas al "magnánimo" Caudillo por habérsele ocurrido y llevado a cabo tal hazaña. Rendirse ante los delincuentes, agasajarlos y ofrecerles el botín que deseen es, a lo que parece, el concepto sanchista de victoria siempre que le permitan seguir a él disfrutando de su palacio en Moncloa.

Pero, y por donde principié, concluyo : ¿Esa opinión publicada con que nos inundan y a la que han unido en reata a toda su parroquia y a las cofradías a la espera del reparto del manso europeo concuerda con lo que el antes, por la izquierda, llamado pueblo, y que sigue siéndolo y soberano, siente, piensa y padece?. Me atrevo a decir que no. Que a las gentes humillación y rendición de Sánchez, ofreciéndoles incluso las cabezas de los tribunales y nuestra Justicia, les sigue pareciendo lo mismo: Una traición a España y a los derechos y dignidad de todos sus ciudadanos.

Algo que se hará cada vez más evidente, en cuanto finalice la ceremonia de entrega, pues de aquí a nada, las sirenas y sus cantos a los que el frailón Junqueras ha cedido una nota untuosa y meliflua, se mostraran, y no hace falta ser Ulises para saberlo, como son y siempre han sido: Carnívoras, ávidas y codiciosas. Y esta vez ya no quieren un bocado más. Ya quieren comérselo todo.