Pilar, conocido este nombre a través de La Edad de Oro de José Martí, donde aparece en el poema Los Zapaticos de Rosa.  Este es un nombre femenino de origen latino (pila) su significado es  «Aquella que es el pilar o soporte para los suyos». Nombre muy difundido en España donde se rinde culto a Nuestra Señora del Pilar. Según cuentan estaba el Apóstol Santiago junto al río Ebro, allí rememoraba las palabras de Jesús (Id por todo el mundo predicando el evangelio y bautizando a la gente en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo). En ese mismo sitio se construyó una capilla que después fue reemplazada por un santuario. La devoción fue tan grande que el 20 de mayo 1642 la declaran patrona de la ciudad de Zaragoza. Es el segundo santuario más visitado, después del Santiago de Compostela. Algunos afirman que las personas llamadas Pilar son laboriosas, atentas y aman la organización y el orden tanto en su hogar como en su trabajo. Tienen un gran sentido del deber, de la previsión y la prudencia. Además, con mucho placer asumen el papel de maestro intelectual en sus relaciones de amistad. Aman la armonía de las formas y los métodos persuasivos. Personalmente creo que ciertos nombres con referencia a las celebraciones de nuestra Patria nos dan un poquito de bandera española.  
Sin embargo, hoy deseo referirme a la celebración del día de La Hispanidad, nombre este que fue sustituido por el día de la Fiesta Nacional de España, asociado al Descubrimiento de América. En 1981, tras la restauración democrática y con la Constitución Española de 1978 en vigor, el Real Decreto 3217/1981, publicado en el primer Boletín Oficial del Estado del año 1982, refrendó el doce de octubre como, Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad. Lo cierto es que conmemorar el 12 de octubre de 1492 fue y es problemático, porque confluyen en un mismo acontecimiento personas con muy distintas sensibilidades y muy variados puntos de vista al otro lado del océano. También entre los españoles están los defensores de la historia tradicional de la conquista. La realidad es que hay extensas zonas de América Latina en las que la conquista todavía no ha sido totalmente asimilada, pues sigue existiendo un sentimiento de nostalgia, quizás idealizada hacia el mundo prehispánico. En algunos casos el problema no es psicológico, ni tan siquiera cultural, sino social.
Ante tanta controversia, no creo que los españoles debamos sentir vergüenza de nuestro pasado, éste fue como fue igual que el de otros imperios coloniales de los últimos dos mil años de historia. Y no sólo no tenemos que pedir perdón por nada, debemos reivindicar nuestra historia como un hito en la historia de la humanidad sólo comparable a la gran gesta de Roma. Tampoco podemos olvidar que España fue la promotora de los antecedentes directos de los Derechos Humanos con las Leyes de Indias. Esas leyes que promueve España consagran la dignidad indestructible de todos los seres humanos, sean de la raza que sean quienes sean. Pero vamos más allá, España transciende de sí y articula, junto con varias naciones hermanas, esa gran realidad cultural que es la Hispanidad, depositaria de tanta grandeza y garantía de esas libertades que nos une en este proyecto Universal. Pero volvemos a nuestra Tierra a nuestra Patria a España como la queramos pronunciar, no podemos seguir cuestionando qué somos, perdiendo el tiempo en un debate estéril y absurdo. España somos tú y yo y es el solar donde reposan nuestros padres y abuelos…