Pues dejo del lado la polémica de los Oscar, de si era la mejor película, de si lo merecía o de la lista de otras que se posicionaban como mejores. La verdad, si me parara a pensar en todas las veces que alguien o algo mereció más que otras personas… puedo responder, pues todo a la vez, en cualquier lugar del mundo. Así que, de esta controversial gala, me quedo con el ganador de un Oscar, que hace poco cruzó el mar en un bote, que luchó por sus sueños sin rendirse, que ya no será ilegal nunca más porque la gente importante no es ilegal, ni inmigrante ni todo a la vez en todas partes.
Ahora que, si nos ponemos a hablar de polémicas estas semanas, podemos decir que quebró un banco, rescataron a otro en Suiza, la bolsa subió, bajó, volvió a subir… subieron los precios (y en su caso volvieron a subir), cayó un dron, hubo alguna visita de estado a países en guerra y echaron a un presentador por criticar en redes humanas la política migratoria.
Con este panorama, elegir un tema y escribir una columna es de lo más variopinto, aunque, en conclusión, todo se resume en que los pobres cada día son más pobres, los elementos de primera necesidad cada vez son más un lujo, y defender tus opiniones y tus principios, es un deporte de riesgo.
Sinceramente, hasta leer el titular poco sabía de la vida de Gary Lineker. Que el futbol mueve millones si lo sabía, pero que defender la inmigración en un programa deportivo puede hacer caer montañas, a estas alturas de la película me parece de ciencia ficción.
Supongo que quien echó a Gary de la BBC por posicionarse sobre la política migratoria, poco de sabía de botes, de mares, ni de travesías, ni caminos sin rumbo fijo. Poco o nada sabía lo que significa vivir por debajo de sobrevivir, de huir, de querer volver o de no tener dónde ir. Porque todas estas cosas ocurren, todas a la vez en todas partes, aunque en algunos lugares, lamentablemente ocurren más que en otros.
Me imagino, que quien pensó que una persona refugiada no tiene derechos o no puede ser ni siquiera una décima parte de los que tenemos "las personas de bien", nunca estuvo en Siria, ni en Haití ni mucho menos en Afganistán. Quien firmara la salida (aunque fuera temporal) de Lineker, probablemente nunca paseó por las playas de Cox's Bazar (Bangladesh), ni tuvo que caminar durante horas para llegar a su "casa", ni tuvo una escuela con un plástico, ni una letrina con cuatro palos. Me imagino que nada sabe de la masificación de campos de personas refugiadas, ni de los riesgos que se corren cuando una epidemia, un fuego o una tormenta, arrolla lo poco que tienen millones de personas que viven en tierra de nadie.
Quiero pensar, que quien pensó que los derechos humanos para el deporte no son importantes, no sabe que, un incendio el pasado 5 de marzo, ha dejado sin hogar a casi 12.000 personas en el campo 11 de Cox's Bazar, sub-distrito de Ukhiya, dejando sin agua a 16000 personas y sin poder ir a la escuela a miles de niños y niñas en los cinco centros incendiados. Y todo esto en unas pocas horas, porque lo que pasa en un mar de plásticos, fluye hacia el océano a una velocidad vertiginosa.
Supongo, que defender a personas que no tienen ni carnet de identidad ni fecha en el calendario, es de mala educación. Pero ya ves, sigo creyendo que el mundo es de los valientes, de los que dejan alguna huella en el camino o simplemente hablaron de algo que es justo, humano y por qué no decirlo, necesario. Caerá la bolsa, caerán muchos mitos, pero espero que no decaiga la defensa de los principios. Porque el día que nos vayamos, nadie sabrá de goles ni de partidos. Pero si habrá una clara diferencia entre los valientes y los que callaron, entre los que hicieron y los que permitieron, entre los buenos y los excelentes.