Francisco I. Pérez de Pablo

Doble click

Francisco I. Pérez de Pablo


Ensayo federal, Houston tenemos un problema

10/11/2020

Es más que evidente que ni de lejos avistamos la nueva normalidad como se anunció gubernamentalmente a principios del verano. Una Fake News tan perseguida. Dista mucho que volvamos a tener normalidad y como escribí a primeros de mayo («hay que  volver a la barra del bar») en vez de avanzar hemos retrocedido hasta el punto de que uno ya no sabe si solicitar la nacionalidad sueca e instalar una sauna en casa o como la letra del «probe» Miguel conformarme con ser feliz en la montaña ¿Que le estará pasando al «probe» Miguel?Que hace mucho tiempo que no sale.
A estas alturas de año y viendo como han ido actuando los diferentes responsables políticos con la pandemia (se ha confirmado la falta de liderazgos) me atrevería a afirmar que 2020 ha sido el año en que se ha «ensayado», con los sumisos y dóciles ciudadanos, el funcionamiento de un simulado y postizo Estado Federal. Nadie parece haberlo notado, pero como cierta publicidad se está haciendo de manera subliminal para salvar las tensiones independentistas. 
Todo comenzó en enero con la toma de posesión del nuevo ejecutivo donde ya se revelaron afrentas al Jefe del Estado a lo que han seguido numerosos episodios de rebeldía hacia el actual monarca por parte de componentes del propio Gobierno. Tras el verano se acrecienta ese objetivo con un semestre de alarma nacional incontrolado donde además en clara dejación de funciones estatales cada señor autonómico feudal  dentro de su territorio y al margen de cualquier unidad de derecho o uniformidad de criterios está pudiendo cerrar negocios, establecer toques de queda discordantes e incluso confinar sin someterse a norma suprema «Castellanos First»;  «Madrileños First»; «Asturianos First»… no es tan diferente del denostado «American First» del vencido Trump.
El Gobierno bicéfalo de Mañueco e Igea ya ha confirmado la ampliación del cierre perimetral de Castilla y León hasta casi final de noviembre a lo que se une el cierre de la hostelería y una caída de actividad económica (Ávila superará el 10%) que la vieja y despoblada Castilla no se puede permitir. Por cierto, si en Madrid como en Castilla también Gobierna PP-Cs por qué hay tantas diferencias de gobernanza (se pudo ver en la reunión de hace unas semanas celebrada en Ávila entre los presidentes de las dos Castilla y Madrid donde Ayuso desnudó en público a los dos gobernantes) hasta el punto de que el confinamiento es por días y en menos de 100 km. los bares en Madrid abren y en Ávila no. Hemos presenciado desde la andadura democrática los nacionalismos y en esta «nueva normalidad» acaso no estará surgiendo una «nueva nacionalidad» en el propio centro del País. 
El virus no ha traído nada bueno para nadie, pero además tengo la impresión de que aprovechando la ocasión la clase política –no toda, pero si la mayoría– ha comenzado a sentar las bases de otro estilo de gobernanza que algunos consideran debe pasar por un cambio de modelo territorial. De momento la soberanía nacional no se puede distribuir, sin embargo en el actual gobierno y en particular sus socios «poemitas» interpretan así el derecho – art. 2 CE–  a la autonomía de las nacionalidades y regiones que integran la Nación. Si lo que se pretende es mayor autogobierno de las CCAA no se necesita una federación, pero eso no quita que vivamos actualmente como dijo González en una puñetera locura, a lo que añado las tres des:  desbarajuste, desconcierto y desgobierno. A río revuelto…