Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Falsedades

05/11/2020

Octavo cambio en el recuento de los fallecidos por coronavirus. Sanidad incorporó a última hora por el procedimiento del “birlibirloque”, 1623 fallecidos a la estadística Covid. Sin más. Ni explicaciones ni disculpas. A la “pata la llana”. Y sin que aparentemente le haya costado el cargo a nadie. La vergüenza de la enmienda no parece ir con quien se hace cargo de la carga del recuento. Triste miseria.

Nuevas indicaciones respecto de las medidas necesarias para combatir la pandemia: Illa, que estaba empeñado en confinar Madrid con datos más favorables de los que ahora tienen algunas comunidades que piden “penalty”, niega la “pena máxima” porque es preciso que surtan efecto las ya adoptadas y se manifiesten las mejorías. Fuerte veleta.

Cada maestrillo autonómico exhibe su librillo de soluciones mientras La Moncloa, siguiendo a Don Tancredo, capitula en beneficio de unas regiones poco dispuestas a jugársela todo a una carta.

De perdidos al río de los grandes remedios para los grandes males, vayan días y vengan ollas sin que un puñetazo sobre la mesa confine actitudes personales irresponsables y prácticas sociales impropias de una emergencia, esa vida hogaño como antaño sin pandemia. “No ha de haber un espíritu valiente”, en quevedesca expresión.

Mañueco ha dicho, lo ha reiterado Igea, lo ha enfatizado Casado: no caben atajos ni medias tintas, del mal el menos. Pero por ahora parecen predicar en el desierto, mientras nos instalamos en la rutina de los 30 muertos diarios, la salmodia de lo peor está por venir, la falsedad de “doblegar” la curva. Señoras y señores, vayan preparando la segunda edición del homenaje a las víctimas. Como será para primavera y el recuento de fallecidos alcanzará cifras notables, podrían ir considerando ya cuál será el escenario donde llorar lágrimas de cocodrilo por la leche derramada.