El proyecto «Acondicionamiento integral de la zona de El Pradillo» resultó ganador en los presupuestos participativos de 2021. Lo hicieron posible 534 votos en la web municipal, y está siendo en febrero de 2023 cuando se atisba que las obras comienzan. 
Ya en octubre de 2021, en este mismo espacio de Diario de Ávila, me referí  a las situaciones que todos los días se perciben en dicho lugar. Es indudable que la calle que conecta una Escuela de Educación Infantil y un Colegio de Educación Infantil y Primaria tiene un volumen importante de tráfico de coches en las horas clave de entrada y salida de los alumnos, obvio.
En la columna citada explicaba que los padres y las madres, será la única vez que puntualice, estacionaban los coches en zonas no permitidas: en un terreno cercado de tierra y césped que tiene una señal de prohibido el paso a la entrada, o sobre las aceras de una calle que no es muy ancha y tiene dos carriles.
Indicaba, con sorpresa y resignación, que ante esas conductas contrarias al Código de Circulación la Policía local no actuaba, puesto que sólo se encargan en las inmediaciones de estos centros de regular el tráfico para evitar atropellos.
Ahora, si estacionas en las inmediaciones de los campos de fútbol de Sancti Spíritu, sobre hierba salvaje, donde no hay aceras, a los lados de la calzada, por donde no pasa nadie un sábado por la tarde, te multan porque es un espacio peatonal. Por ejemplo.
La calle Tornadizos, por lo tanto, tiene un incuestionable tránsito de peatones, por lo que en el Ayuntamiento pensaron que sería bueno actuar con el plan de aceras. El cambio de las mismas, para ganar en accesibilidad y anchura, se llevó a cabo desde el mes de octubre pasado y hasta principios de diciembre.
Unos días después de tener los adoquines de hormigón cuidadosamente colocados por los trabajadores ya se empezaron a ver los primeros coches sobrepasando los bordillos, que en casi todo el tramo están rebajados por los garajes.
Después de las vacaciones escolares, llegó el caos. Los conductores estacionan a ambos lados de la calzada sin pensar, o sí pero no les importa, que al ensanchar las aceras el espacio queda muy reducido para que dos vehículos pasen a la vez, y qué decir de los autobuses. Por esto, con frecuencia, los alumnos se tienen que bajar en el punto de la curva en la que el autobús no puede avanzar. Da igual que la conductora toque el claxon o que se lo diga a los agentes que ven (de lejos) la escena.
El alcalde, junto a los concejales pertinentes, inspeccionó el resultado de las obras y aseguró que la Policía local estaba estudiando la posibilidad de dejar dicha calle con una única dirección de circulación. De estas declaraciones hace casi un mes y los problemas, mientras piensan, continúan para los vecinos, conductores y peatones.
Desde este mes en algunas marquesinas de la ciudad podemos ver anunciadas las actuaciones que se están ejecutando en el marco de la EDUSI, una de ellas la referida a El Pradillo.
Ya sabía que el plazo de ejecución es de medio año y que la inversión es superior a los 560.000 euros. Pero desconocía que se iba a habilitar un aparcamiento en la zona verde que ahora se usa estando prohibido el acceso, y que la cruz de piedra cercana a la fuente va a ser trasladada a la rotonda junto al colegio, o quizá como ofende mucho desaparezca.
Rehabilitación e inclusión social en El Pradillo lo llaman. Veremos.