Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


Los misterios y aventuras del gorrión común

04/05/2023

Se trata de un ave emblemática que ha convivido con el hombre desde tiempo inmemorial en los pequeños núcleos urbanos y otros algo más numerosos como las ciudades de mayores dimensiones e incluso grandes capitales en las que se ha acostumbrado tanto al ser humano que se muestra osado hasta límites inusitados en los que es capaz de pasearse sobre una mesa de la terraza de un bar en busca de las migas que dejan los comensales, incluso cuando ellos aún se encuentran degustando el menú.

Hace un par de meses, el 20 de marzo se celebró el día mundial del gorrión; aunque personalmente "odio" eso de "los días de…" porque es como si el resto del calendario no existiera, pero siempre es una buena excusa para llamar la atención.

Según el programa SACRE de SEO/BirdLife, los últimos informes señalan un claro declive de esta especie desde 1998 pero en los últimos años parece haber aumentado dicho descenso, aunque las fluctuaciones entre especies de pequeño tamaño como esta son constantes y a veces presentan pequeñas recuperaciones que de momento no pueden ser consideradas como tendencias.

Casi todos identificamos al gorrión, sobre todo a la especie común (Passer domesticus), mucho más urbanita que sus familiares el molinero, el chillón y el moruno, habitantes de las campiñas y que se muestran especialmente esquivos con el hombre. ¡Por algo será!

En nuestra propia capital abulense son muchas personas las que me han comentado que cada vez se ven menos gorriones, sin tener claro los motivos ya que nuestra ciudad no es excesivamente agresiva para ellos como pudiera ocurrir en grandes centros urbanos, aunque sí podrían desplazarse de unas zonas a otras en busca de áreas abiertas con presencia de vegetación, ya que tampoco les gustan demasiado las urbanizaciones excesivas y lineales donde no puedan posarse o anidar ni el tráfico constante. De hecho los atropellos y colisiones contra automóviles son una de las causas de mortandad no natural más elevadas en esta especie.

También algunas publicaciones científicas atribuyen a la radiación electromagnética de la telefonía móvil y especialmente al 5g la disminución de algunas colonias de gorrión común, aunque realmente no se haya demostrado nada realmente, pero to pienso que tampoco sería de extrañar que este tipo de frecuencia afectara no sólo a esta especie sino a otras muchas incluida la nuestra.

A mí, como a muchas otras personas me fascinan los gorriones, son curiosos, sociables y si los observamos con detenimiento nos regalarán momentos interesantes. Si contemplamos su pecho veremos que los machos tienen una especie de babero negro que en las hembras y jóvenes es inexistente; su pico más bien grueso demuestra que son granívoros aunque no despreciarán ningún insecto que se pose cerca, e incluso a veces podremos verlos cazar en vuelo a alguna pequeña mariposa, aunque no es la velocidad de persecución de esta especie, ni mucho menos, su mayor virtud.

Los gorriones tienen identidad propia; poseen su "huella digital" como el ser humano, los dibujos en su lomo y en la parte superior de las alas son únicos; no existen dos iguales, lo que podría ayudarnos a identificarlos si son visitantes asiduos de nuestro parque o jardín.

Es una especie poco solitaria; les vemos casi siempre en grupos alimentándose juntos pacíficamente e incluso compartiendo migajas, aunque en ocasiones se preparan buenas algarabías y se pelean entre ellos, sobre todo en primavera, cuando van en busca de las hembras para formar familia.

Son solidarios también. He podido comprobar más de una vez cómo algún pollo se ha quedado huérfano y otros adultos le han alimentado, e incluso enseñado a volar.

A pesar de su acercamiento al hombre he observado que saben mantener bien las distancias. Llevo años alimentando a unos cuantos con la intención de que coman en mi mano, pero me parece ya una labor imposible a pesar de mi interés y paciencia.

Animo a los lectores a contemplar a estas aves, y también a ayudarles en invierno con unos granos de trigo, alpiste o pedacitos de pan, y en veranos como los que se avecinan cada vez más tórridos, también con un recipiente con agua colocado estratégicamente en parques o jardines bien sean urbanos o particulares. :-)