Julio Collado

Sostiene Pereira

Julio Collado


El trabajo en su laberinto

27/03/2023

Sostiene Pereira que, desde hace tiempo, le viene extrañando lo poco que se habla sobre las circunstancias que rodean al trabajo y las vicisitudes de los trabajadores y trabajadoras. Le deja perplejo esta situación porque el trabajo es la faceta humana más universal. Desde el mito de la expulsión del Paraíso, viene la terrible maldición o castigo de los dioses sobre los humanos: «Ganaréis el pan con el sudor de vuestra frente». Los «listillos» o explotadores cambiaron el final por «con el sudor del de enfrente» e inventaron la «plus valía»; o sea, la ganancia sobrante de los otros para no trabajar ellos. Por eso, trabajo viene del latín «tripalium», instrumento de tortura, castigo divino y oficio de esclavos. Han tenido que pasar muchos años y muchas luchas obreras y políticas para empezar a «dignificar el trabajo» como escribió C. Marx. Y en ese empeño, habrá que seguir porque queda trecho para que las condiciones laborales sean verdaderamente humanas en cuanto a ambiente, horarios, ritmos, salarios, vacaciones y equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Del buen o mal trabajo, depende la salud de la población no solo física sino, sobre todo, mental. Esta última está en niveles preocupantes.  
En tiempos de cambios acelerados de producción a través de la tecnología y la Inteligencia Artificial como los actuales, es preciso estar atentos para que las condiciones laborales no sólo no retrocedan sino que mejoren. Eso es progresar. En este sentido, es alentador la noticia sobre las buenas perspectivas de las empresas que han implantado la semana laboral de cuatro días, 35 horas semanales, el uso racional del teletrabajo y manteniendo los salarios. Estos empresarios afirman que, «Hay menor rotación de personal, el trabajador está más contento y comprometido, captas más talento y se eleva la productividad». Al hilo de estas experiencias y a la vista de que faltan trabajadores para muchas actividades porque se van a otros «caladeros» mejores, véase el personal sanitario, se impone una pregunta: ¿No es hora de mejorar las condiciones laborales y de organizar mejor las empresas? Claro que con tanta miniempresa todo se complica, empezando por la casi imposibilidad de la formación FP-DUAL  de estudiantes. 
Según los expertos, los nuevos tiempos harán que, con las plataformas digitales, el teletrabajo y la automatización, desaparezcan muchos empleos actuales y que  «Los empleos sean un bien cada día más escaso». ¿Esta es una buena noticia? Está claro que, si se cumple y se adaptan las pertinentes medidas, es una buena noticia. Hace falta, por supuesto, cambiar la mentalidad empresarial, repartir el trabajo entre todos los demandantes, hacer una formación más polivalente, dedicar más tiempo a la atención de personas y dedicar el tiempo sobrante al ocio creativo, que es lo más humano. Pero, hay que estar atentos para que no ocurra lo que ya ocurrió cuando llegaron los ordenadores. Vaticinaron que disminuirían el tiempo de trabajo, se consumiría menos papel y se agilizarían los trámites. Sin embargo, la jornada no ha bajado de las 40 horas desde hace un siglo, se hacen copias en papel y digitales, muchos trabajadores echan más horas y muchas extras no se pagan. El trabajo se ha vuelto muy precario porque la sindicación es muy débil y ha triunfado el perverso lema neoliberal del «sálvese quien pueda» que, como se ha visto, beneficia a quien lo predica, el empresariado. Sólo la acción del actual Gobierno, elevando el SMI, ha forzado por Ley la subida de los salarios más bajos, de  mujeres y jóvenes principalmente y en provincias decaídas como Ávila.   
Por eso, urge que los trabajadores no sólo tengan una buena formación técnica sino una nueva conciencia sindical para luchar juntos y no perder Derechos conquistados. Solo así, pueden presionar a empresarios y Gobiernos para pactar un nuevo contrato social y un Estatuto de los Trabajadores para el siglo XXI. La reciente publicación y la posterior difusión de la guía «Garra» de las juventudes de UGT va en esa línea: llevar a los Institutos información «directa, concisa y cercana», sobre sus derechos en el mundo laboral futuro y plantear debates. Desgraciadamente, en las universidades y en los institutos, se estudia muy poco la Hª del Movimiento Obrero y las leyes laborales:  contratos de trabajo, convenios colectivos, despidos, salud laboral...Unas materias que marcarán media vida. Para que trabajar no sea un castigo, hay que conocer las reglas del juego y cambiarlas si son injustas. La lucha es antigua y dura porque hay fuerzas poderosas en contra. Como botón de muestra, esta noticia en este Diario: «Hace 100 años, en la sesión del Ayuntamiento de Ávila se presentó una moción, suscrita por los concejales de la Izquierda, sobre el atentado contra dos sindicalistas que fue rechazada por el alcalde y los concejales de la Derecha».