Francisco I. Pérez de Pablo

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Francisco I. Pérez de Pablo


El reparto social

09/03/2021

En noviembre de 2001 se ideó en la Región el Acuerdo para el Dialogo Social, convertido en Ley en el año 2008. Se limitó a un tripartito sindical ( CCOO, UGT y CECALE –hoy CEOE–) claramente excluyente de otras organizaciones y colectivos de la sociedad civil y que se asemeja al extinguido sindicato vertical. El dato lo publicaba este periódico el viernes: 562 millones de euros (93.508.932.116,47 pesetas)  se han repartido solo desde 2018 (multipliquen veinte años) dentro del « Reparto Social», pues se trata de que hay de lo mío.
En Ávila a nivel provincial y local se ha reeditado dicho Reparto Social. En diciembre de 2018 (era Presidente de la Diputación el actual Alcalde de la Capital) se aprobada una dotación de 1,4 millones a favor solo de Confae (se indignaron los sindicatos de trabajadores) para montar «Tracción Ávila» –estrategia para la industria y el empleo– que dos años después nada relevante, ni productivo, ha generado. En mayo pasado el Ayuntamiento de Ávila firmó con CCOO y UGT –se desmarco Confae– un inflado convenio para la reactivación económica que se anunció con hasta 24 fingidos millones de euros, si bien lo esencial es la gestión directa de parte de dichos fondos, con el consiguiente porcentaje para gastos propios. Los objetivos están en la nube.
Ahora la inadecuada concesión de 500.000 euros por parte de la Junta a la asociación Avilagro (sin concurrencia, ni preceptiva convocatoria pública) para la puesta en marcha de una plataforma agroalimentaria –surgida en el seno del Plan de Terrenos donde todos son jueces y partes en el reparto…– ha hecho saltar al tripartito sindical pues se consideran acreedores únicos a cualquier dinero público que revolotea con olvido premeditado de lo que reciben anualmente. Se ha llegado a pedir –con evidente despotismo– la dimisión del Viceconsejero de Empleo por su aparente vinculación con dicha novel asociación, mientras el Ayuntamiento la aprueba (la teniente de alcalde del área es socia cofundadora, por representación, de esa asociación). 
¡Ábrete Sésamo! Todo por la pasta y por eso surgen los celos y la codicia. Al margen de rivalidades y enfrentamientos –ya personales–, entre los actuales actores políticos, sindicales y asociativos, que confirman que el tiempo y los momentos de algunos ya ha pasado, es lícito plantearse si este entramado montado, y al que sucumbió una mediocre clase política que para no hacer política viene pagando los silencios bajo la falacia de la paz social, debe continuar gastando dineros públicos en estructuras sindicales o asociativas –cortesanos de la Corte– que tienen ínfimas tasas de afiliación, pero que se arrogan una desmesurada e inmerecida representación social a la vez excluyente. 
La fórmula del reparto social, tras más de veinte años, ha demostrado ser ineficiente e  ineficazpara combatir el desempleo, aunque ha servido de servilismo político y para mantener una ficción. Ávila hoy está más empobrecida. Tiene una tasa de paro actual – crónica– del 16,06% y desde el cuarto trimestre de 2008 (15,21%) el paro en Ávila se muestra con elevados dientes de sierra. Es la provincia menos exportadora y la que menos sociedades crea en número y en capital. El sector industrial es mínimo, la construcción no existe, comercio y hostelería están en grave crisis. La renta per cápita es de la menores del país, su despoblación es alarmante y Ávila nunca ha convergido. Que sigan con el reparto social.