Roberto Ponce

Hablemos de Ávila

Roberto Ponce


Osos en Ávila

26/01/2022

Quizá usted no lo sepa pero desde hace cinco años se pueden ver osos en nuestra capital. Son más bien oseznos porque se trata de niños y  conforman el equipo Grizzlies. El primer conjunto de fútbol americano de nuestra provincia, el único además que en Castilla y León está centrado en ellos, en los chavales, de manera exclusiva.
Una entidad especial que conozco desde sus inicios, a la que no dudé en respaldar cuando hicieron la campaña de captación de socios y colaboradores.  Como se trata de preadolescentes, en la mayoría de los casos, en su disciplina no se permite un contacto directo como al que estamos acostumbrados a ver en los partidos de élite en Estados Unidos, de manera principal, aunque es un deporte extendido por todo el mundo.
Cinco niños abulenses fueron el origen de este club, guiados por José Antonio Rilo, precursor y entrenador. Se reunían en el parque de El Soto con un balón ovalado entre sus pequeñas manos. El viernes pasado hablaba con Daniel, el 18 de los Grizzlies de Ávila, y me contaba que todo empezó con unos pases en este espacio apartado de la ciudad de la muralla y que nunca podía imaginar que en un lustro formalizarían un club con una treintena de compañeros y varios entrenadores.
A lo mejor tampoco sabe, si no está muy al tanto de la actualidad deportiva abulense, que ellos acudieron a la última Spanish Flag Bowl Youth, el campeonato de España de su deporte. Era su debut en un torneo de estas características y los sub-13 consiguieron la tercera posición igualados con el conjunto que finalizaba segundo, al que ganaron. Por eso, muchos oseznos dicen orgullosos que han sido subcampeones nacionales. Yo no les voy a decir que no. Bravo por ellos.
Los he visto entrenar sobre el duro suelo de la pista multiusos, junto al Adolfo Suárez. Una instalación (que se lo digan al Vettonia Hockey) poco acogedora para cualquier deporte al no tener un cerramiento total, y en la que la comodidad es nula. Han pasado por Sancti Spíritu y están realizando sus sesiones de preparación en el complejo deportivo Manuel Sánchez Granado, en el campo Santiago Sanz. Allí ultimaron su estreno en liga. 
Como es un club que sólo tiene niños y en nuestra comunidad no hay otro caso igual, ha buscado refugio para competir en la liga de Madrid de flag football. Así se denomina el fútbol americano sin contacto, en el que hay que quitar una cinta que llevan en la cintura para emular un placaje. 
Este pasado fin de semana han jugado sus primeros partidos los sub-15, gracias a la unión con el Fuenlabrada Cuervos. En unos días harán lo propio los sub-17. Ilusión en los protagonistas, en sus familias que los acompañan y en Rilo, el míster, que guía a su valiente manada.
Sólo tienen 836 seguidores en Twitter. Realizan una labor silenciosa pero son conocidos en toda España por su coraje al no dejar de creer que en Ávila pueden crecer osos en su hábitat, en los campos de juego, desarrollando un deporte casi desconocido por la mayoría.
Aplaudo lo que hacen, los animo a seguir, a que nos representen con ese color naranja y una zarpa que deja huella en su camiseta. Admiro a las empresas y particulares que los apoyan, ojalá sean más en un futuro próximo. Se lo merecen.