Mariano de la Puente

Percepciones

Mariano de la Puente


Alienación

09/01/2023

Llevamos una temporada siendo bombardeados por los medios de información y nuestra cabeza recoge y guarda conceptos, todos ellos mezclados, como: pensiones, tecnología, nuevas leyes como la de universidades, robots, chips, biochips, microchips, empleos del futuro, impuestos… un totum revolutum almacenado en un saco sin orden ni concierto. Lo que unido a la algarabía política -¡lo que nos espera y queda hasta las elecciones!- sume a la población en un estado de ansiedad y desazón insoportable.  Un sinvivir que está llevando a un 'sinvotar', para ocuparse más de lo inmediato. La vida. 
Recordé de pronto aquella famosa salida de un preboste universitario, cuando hablaba de los 'chis'. Mi reino por un chip. Esas pequeñas piezas repletas de circuitos integrados que dan vida a toda la tecnología. Coches, máquinas, electrodomésticos, computadoras. Todo un sinfín de aparatos electrónicos quedarían fritos e inservibles sin esos pequeños componentes.
La nueva industria, la actividad de la ciudad, y muchos aspectos de la económica dependen de estas pequeñas piezas. España no ha querido quedarse fuera, por lo que dedicará más de 12.000 millones de inversión publica al asunto. Hasta ahí todo bien ¿pero…?
Sí, hay peros, y los temas de fondo, y las consecuencias que pueden devenir a causa de esa diminuta pieza empiezan a plantearse por el cambio que supondrá en nuestras vidas. Y no es asunto menor, como diría un expresidente aficionado a los trabalenguas. Empiezan diversos y complejos debates sobre el futuro que nos espera. 
Sociedad laboral y del ocio parece que tendrán un vuelco conceptual. 
Nos aproximamos, según algunos, a la sociedad del ocio, y de hecho, es tendencia que los jóvenes valoren más el tiempo libre que el dinero, por eso no les importa tener menos ingresos. Vivir más tranquilos es un objetivo y así lo muestran diversos estudios.
Al fin podremos hacer caso a la obra del "elogio de la pereza", ese don de los inmortales o, como dice nuestro DRAE "la cesación del trabajo, inacción o total omisión de la actividad", o sea, volver al paraíso... No confundir con vicio, que es precisamente lo que nos expulsó del paraíso, al inclinarnos por actos contrarios a lo establecido. Y tampoco confundir con negocio ya que este supone intercambiar tiempo y trabajo por obtención de lucro.
Y en esa estábamos, querido Sancho, ya que las máquinas liberarán a las personas de muchos trabajos. Con estas perspectivas se introduce un serio elemento de debate, la necesidad de que las empresas usuarias de robots paguen impuestos por esa utilización ya que si no la sociedad del ocio es inviable y no digamos la Sociedad de Bienestar. ¿Pero estarán los propietarios del capital, lógicos inversores en la tecnología y robótica necesaria para sus industrias a aceptar esa imposición? Por poner un ejemplo, en la industria automovilística se necesitará, si triunfa el coche eléctrico, en torno a un 40% menos de empleo en el sector. Estudios de los sindicatos ya anuncian esta situación y ponen una fecha, 2030, como punto de inflexión, pues este sector necesitará trabajadores cualificados en el conocimiento digital. 
¿Habrá una ética que defienda la posición humana? Las máquinas no tienen ni ética, ni alma, ni vida...y a ellas enfocarán los poderosos su dedicación para ser más poderosos, más ricos con lo que la brecha económica y social se agrandará. O lo que es lo mismo unos pocos vivirán mejor a costa de otros muchos.  Cada vez las dos tierras se separarán más y el mar que las separarán será más infranqueable. 
Dicen que la mitad de las carreras universitarias estarán obsoletas por el cambio de la industria y no serán válidas para el futuro. Mal nos lo pintan.
¿Significa que nuestros universitarios de hoy tendrán difícil encaje en la nueva sociedad? ¿Sólo se valorará la formación, llamémosle técnica, que añadido al empeño de cargarse las Humanidades, no auguran un futuro claro de la Universidad? En este momento se está planteando una nueva Ley de Universidades ¿la plantearán en pasado? ¿recogerá las demandas sociales futuras o, como es habitual a veces en nuestro país, se legislará mirando al siglo anterior? ¿qué vida espera a nuestros jóvenes estudiantes?
Si pueden leer a E. Zamiatin Nosotros (1921) padre intelectual de los futuristas Orwell y Huxley, se entenderá mejor. Internet llegó en 1983, un año antes del titulo de la novela de Orwell: 1984 ¿premonitorio? La evidencia de que en poco más de 40 años el mundo ha sufrido un vuelco radical y nuestras vidas han cambiado, no tiene duda. 
Se echa de menos una clase política dedicada de verdad a las cosas importantes más que a sus peleas. Se echa de menos una formación humanística que prepare a la sociedad y al individuo a entender y participar de ese futuro con la implicación y, porqué no decirlo, generosidad que ello requerirá.
Debate interesante, que a algunos nos pillará amortizados pero detrás vienen unas generaciones que tendrán que vivir  un panorama crítico: faltos de trabajo;  exceso de mano de obra obsoleta; sociedad medioambiental desconocida; solidaridad en entredicho y algunas cosas más pero no hay que ser prolijo, porque ustedes las saben o se las imaginan.