Abel Veiga

Fragua histórica

Abel Veiga


Miedo en la banca

14/03/2023

La quiebra en menos de 72 horas de dos entidades financieras ciertas norteamericanas y la comparecencia del presidente Biden tratando de otorgar confianza y credibilidad al sistema bancario norteamericano hacen qie nos retrotraigamos a los peores momentos de 2008 cuando las hipotecas subprime y los créditos subordinados que hundieron y colapsaron el sistema bancario mundial en un efecto riesgo sistémico perfecto. En aquel momento la mayor parte de la deuda pública norteamericana estaba en manos chinas.
En apenas 10 horas los clientes del Silicon Valley retiraron la friolera de 42.000 millones de dólares. Ante tan masiva retirada de fondos ningún banco sobrevive. Y el miedo es una mecha incandescente toda vez que la burbuja tecnológica viven en medio fe una marejada de vientos que no ha hecho sino resituar el panorama financiero y económico.
Este banco había colocado gran parte de sus activos en bonos estatales de renta fija qur se acaban de desplomar en medio de una vorágine inflacionista y la galopando de los tipos de interés. La venta a pérdida o mil millonaria para recuperar liquidez y detener la sangría  ha hecho el resto.
Biden alienta y difunde confianza cuando a la puerta una tercera entidad está a punto de ir a la quiebra también. El Silicon en tamaño era el decimosexto banco norteamericano.
Mal pintan las cosas y los viejos fantasmas se hacen presentes de nuevo. Europa mira de reojo y contiene el ánimo conscientes como somos qie la burbuja puede reventar sobre todo en el entramado tecnológico startup qie es el principal cliente de estos bancos.
Europa ha pasado por diferentes test de stres que hoy se quedan obsoletos y no radiografías la fortaleza y credibilidad del sistema. Los fondos de garantía cambian entre EEUU y Europa. La inmensa mayoría de los clientes del banco quebrado superan la cifra máxima de garantía. Cuarto de millón de dólares lo qie da buena cuenta del tipo de clientela.
Qué ha fallado o qué se ha conjurado en una aparente tormenta perfecta es algo que hoy se preguntan muchos analistas al tiempo qie se dice la sempiterna matraca audaz y mezquina sin embargo de que esto no costará nada a los ciudadanos o a los consumidores y sí a las tarifas que los bancos pagan al regulador. Soniquete ditirámbico mil veces escuchado. Han fallado las garantías, incluso el qie estos bonos sirvieran de prenda o security  interest ante préstamos que el Silicon podría haber solicitado en el mercado de urgencia y contragarantizado en parte con esta deuda pública en vez de venderla perdiendo.
Cuidémonos muy mucho cuando las barbas del vecino ... porque en la anterior crisis el sistema europeo y también español era robusto. El precio, ya lo sabemos, cajas de ahorro desaparecidas, concentración bancaria y miles de despidos y oficinas cerradas. No hace falta que lo digan Joe Biden. Lo sabemos todos.