Roberto Serna

El líder que hay en ti

Roberto Serna


La petición más personal

20/04/2022

En la Biblia se dice: «Pedid y se os dará», y por alguna razón quienes piden lo que quieren suelen encontrar la respuesta que necesitaban. 
    Cuando vemos a alguien conectarse con el mundo como si de un mago de las acciones se tratase, a menudo pensamos que la suerte le sonríe y que sus circunstancias son favorables como para verse haciendo algo nuevo cada vez y teniendo éxito sin apenas esfuerzo. Y nos preguntamos: «¿qué tiene él o ella que no tenga yo para producir los mismos resultados?». Utilizan uno de los trucos más antiguos que se conocen para enfocar la mente y todos sus recursos en alcanzar algo nuevo, se atreven a pedírselo a ellos mismos. Estoy aquí para decirte que antes de que la madre naturaleza pueda darte algo enriquecedor, tú ya puedes hacer eso mismo si te lo pides incluso si no dispones todavía de lo necesario para empezar. Basta con creer que puedes.
    Tal y como hemos visto en las historias de nuestros héroes en la vida real y en las películas, lo que es más importante que el inicio de una determinada acción es la petición que la precede. Son esas palabras las que diferencian a quienes piensan que algo estaría bien que sucediese de quienes se dictan la orden que llevarán a cabo.
Algunos hombres ven las cosas como son, y dicen: «¿Por qué?» Yo sueño con cosas que nunca fueron, y me pregunto: «¿Por qué no?». George Bernard Shaw
Si hay algo que debemos recordar es que el destino de cada uno está más influenciado por las peticiones que se realizan que por las ideas que se piensan. Los pensamientos son solo eso, imágenes creadas en nuestro cerebro que pueden parecer convincentes, pero que desaparecen en cuanto cambiamos el canal. Si eres como yo, lo que acudirá a tu mente es la imagen de una persona excelente en su ámbito como Albert Einstein o Nikola Tesla, personajes que estuvieron al límite de lo que para la capacidad humana era posible crear y que lo hicieron pidiéndose primeramente a ellos mismos que confiasen en sus posibilidades. Una petición no desaparece, es un decreto de intención que supera la corrompida creencia humana de que no es posible ir más allá de lo que vemos. Eso socava la creatividad que es uno de los componentes clave del desarrollo normal de cualquier persona.
Hay muchas ideas que se pueden crear en un cuarto en blanco y una silla, todo lo que necesitas es poner a trabajar la maquinaria que existe dentro de tu cabeza. Al pedirnos que busquemos una solución automáticamente activamos las partes del cerebro que la tienen, por eso es tan importante que cuidemos las preguntas que nos hacemos en cuanto estemos inmersos en algún desafío. Quizás te parezcan simples preguntas pero este es un ejemplo que puede servir: ¿por qué me caen a mí todos los marrones? Y ahora esta: ¿qué más puedo yo hacer con este embrollo? Pide y obtendrás lo que has pedido.
¿Qué hemos pedido entonces con estas preguntas? Una oportunidad, solo eso. Despertar las ganas de un intento más, de abandonar algo de una vez por todas, de marcharnos a tiempo, de hacer un cambio que necesitamos. Rezar está bien, pero sentirse defraudados es lo que tendremos si esperamos que las cosas nos caigan del cielo. Pídete las cosas sin sensación de culpa o impotencia, nadie puede gestionar las cosas mejor que su propio dueño.

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