Pilar Álvarez

Lo social

Pilar Álvarez


Toma de conciencia

16/03/2022

Conciencia moral es la capacidad de juzgar la conducta humana (propia o ajena), en este caso propia del mandatario Ruso; es una de las capacidades de la inteligencia humana, con diversas capacidades estética y matemática. Sin olvidarnos del miedo que también es una forma de violencia (un atentado contra la paz), señalando agudamente desde el abuso de poder político la pregunta ¿qué puedo hacer?, y todo lo contrario ¿qué me pueden hacer?, y nadie se atreve a argumentar en voz alta, pues esa protesta sería ahogada al instante en sangre y muerte.
¿Plantearnos la posibilidad de que llegue un momento en que la humanidad acabe con las guerras como solución para resolver los conflictos de los pueblos? ¿Que las guerras se quedaran tan obsoletas como la esclavitud?, y pasado un tiempo podamos decir ¿pero qué barbarie era aquella gente? que discutían a bombazo limpio. Lo mismo que hoy ya no podemos concebir que haya seres humanos que tenían un esclavo atado con cadenas y con derecho de vida o muerte sobre él.
Sin embargo la sociedad humana nunca suprime una institución, salvo por otra más fuerte o más eficaz. Entonces habrá que preguntarse  si desaparecen las guerras qué se emplearía para resolver los conflictos entre los pueblos (yo diría mejor entre los pueblos de mucho  poder) y que sea más eficaz que la guerra, «creo que ya está a la vista». Y es que el monopolio del poder es como un Parlamento donde se encuentran todas las partes enfrentadas, como en una guerra civil discutiendo, y solucionando los temas de confrontación, pero sin armas. Se tiran los trastos unos a otros defendiendo argumentos que en otras ocasiones se formaría una guerra civil, pero sin disparar un solo tiro.
Yo creo que la violencia institucionalizada en forma de ejércitos y con armas mortales, eso quiero creer, que puede acabar un día, y podría conseguirse por la evolución de las conciencias, llegando a entender que es primitivo y absurdo resolver los problemas matando sobre todo a inocentes, eso demuestra que el ser humano sigue viviendo sin haber evolucionado. Siendo una contradicción, puesto que hoy tienen mayor conocimiento, más información, más experiencia, conocimientos técnicos e instrumentales, por supuesto. También hay ciertas instituciones que van orientando a las personas generación tras generación a no consentir atropellos en los derechos humanos, como las ejecuciones públicas. Pero eso no significa que desaparezca en el ser humano sus fantasmas de violencia sino que lo domestica.
Entonces lo que veo es un desequilibrio enorme entre lo que crece , la tecnología , la ciencia etc… y lo que necesitamos es  una conciencia de personas, creo que este crecimiento no va paralelo entre la tecnología y conciencia, es uno de los problemas que se debe plantear  este  siglo veintiuno, nunca fue paralelo, pero  antes la tecnología y la ciencia crecían más despacio, ahora la carrera se ha disparado. Sin embargo la  guerra no era el destino final de la esencia humana, sino que representaba el efecto de la socialización y del ingreso a la propiedad privada. El desequilibrio que produce dicha introducción genera una tensión intersubjetiva que da cuenta de las desigualdades presentes.  Gran parte de ello se debió al impulso del liberalismo que como fundamento teórico tomó como base el orden para el progreso, convirtiendo a dicha ciencia en normativa. La importancia del «deber ser» se impuso sobre la del «ser». Y no es otra cosa más que tomar conciencia, y la elección es claramente ética. Y es que con el silencio se trata de conjurar la guerra, pero, sin embargo, se la convoca cuando se habla de la necesidad de la paz.