Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


Solo les interesa salvar el escaño

18/03/2021

No me creo en absoluto que las razones del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, para abandonar el Ejecutivo sean exclusivamente por encabezar la candidatura de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid en las elecciones que tendrán lugar el 4 de mayo, después de la disolución de la Asamblea madrileña por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, antes que presentaran sendas mociones de censura PSOE y Más Madrid. A todos nos pilló de sorpresa oírle o verle en el despacho oficial comunicando la decisión solo conocida por su círculo «mas intimo». Incluso el presidente del Gobierno, que se encontraba de viaje oficial en París, se enteró a través de una llamada telefónica realizada por el vicepresidente minutos antes que la hiciera pública. Luego en rueda de prensa declaró desearle «suerte» y reconocer su labor, además en un contexto muy difícil y muy complejo con las «residencias de mayores en plena pandemia». ¿Elogio o «zasca»?
Imagino, aunque de momento nadie comenta algo al respecto, haya motivos de mayor peso para tomar esta determinación. Podrían ser las continuas discrepancias que dicen existen en diversos temas con su socio de coalición en el Ejecutivo o como ha manifestado la ex podemita andaluza, Teresa Rodriguez, «ahora se va del Gobierno porque se aburre».
Muchos no entendemos quiera cambiar la vicepresidencia segunda que todavía ocupa –con todas las prebendas que lleva consigo y nunca pensó tuviera– para, encabezando la lista de Unidas Podemos, lanzarse de lleno a la Asamblea  de Madrid –solo alcanzó siete escaños en las pasadas elecciones– pretendiendo ocupar la presidencia de la Comunidad madrileña. 
Iglesias ha manifestado que los acontecimientos de los últimos días le han obligado a dar este paso señalando «será un honor ocupar un puesto en el que ahora puedo ser más útil, como madrileño y como antifascista…voy a poner todo en construir una candidatura de izquierdas fuerte y amplia para impedir que la ultraderecha se apodere de nuestras instituciones… hoy es imprescindible hacer frente a esa derecha criminal». 
Para ello tendió la mano a su antes compañero y amigo Iñigo Errejón con la intención de ir juntos en coalición celebrando primarias para saber quién sería el cabeza de lista. Oferta rechazada a las pocas horas por Más Madrid y que Pablo Iglesias ha lamentado ya que «habríamos despertado mucha ilusión». 
Este ha sido el último rayo hasta ahora de la tormenta que se inició la semana pasada en la región murciana donde  PSOE y Ciudadanos –gobierna en coalición con los populares– presentaron sendas mociones de censura para desbancar al PP de los gobiernos regional y de la capital, pero que en el caso de la Asamblea, que desde ayer la está debatiendo, parece va a fracasar. Primero porque de los seis diputados de Ciudadanos, que firmaron la moción junto a los socialistas, tres han dado “marcha atrás” al ofrecerles el presidente López Miras una «bicoca», puestos en su Gobierno autonómico. Segundo porque Podemos se niega a apoyarla si hay un pacto del PSOE con los diputados murcianos expulsados de VOX.
Las nubes negras siguieron velozmente hasta Valladolid para descargar otra tormenta sobre la sede de las Cortes de Castilla y León con la moción de censura presentada por los socialistas contra el Gobierno autonómico de PP y Ciudadanos por las «múltiples causas de corrupción» en mas de 30 años de los populares al frente de la Comunidad, el incumplimiento de acuerdos y la «absoluta pasividad y desconcierto» de la gestión de la crisis del Covid19. ¡La habrán aprendido del Gobierno y sus expertos!
Moción que, parece ser, no prosperará a pesar de contar con el apoyo de Podemos. Los doce procuradores de Ciudadanos han hecho «piña» para votar en contra de la misma y como han señalado tanto su portavoz David Castaño como el vicepresidente Francisco Igea, «el pacto va bien y cumplimos lo que firmamos». Por su parte el secretario general de los socialistas castellanos y leoneses, candidato a la presidencia de la Junta, que tiene conversaciones con representantes de los diferentes grupos, no tira la toalla y asegura que existen contactos para atraer a Ciudadanos hacia la «regeneración» que prometieron en su día. ¿A cambio de qué?
Un chaparrón que llega en el momento más inoportuno, cuando continua la grave y dolorosa pandemia del Coronavirus, que ha matado a muchos miles de personas y una catastrófica crisis económica, que está arruinando a bastantes más de los que creemos. Es lo que más nos preocupa a la ciudadania, que ahora solo espera lleguen esas vacunas tan necesarias para vencer al virus. Pero mientras, alejándose de los votantes, varios de nuestros representantes en vez de centrarse en lo que deben en estos difíciles momentos nos ofrecen un lamentable espectáculo con sus continuas luchas para no «desaparecer» y haciendo de todo, incluso venderse o dejarse comprar al mejor postor, sea del color que sea.
Solo les importa salvar el escaño.