José Ignacio Dávila

Pensando

José Ignacio Dávila


Promoción social (2)

02/02/2023

Nuestros municipios son componentes de nuestra autonomía local, tienen que ser considerados como fuentes de promoción social, para evitar situaciones de despoblación. Tienen que ser llamada a la presencia de familias que sigan escribiendo las crónicas de nuestros pueblos, en la promoción del mandato vital del derecho a ser fuentes de vida, y presencia familiar soberana en casa, barrio, pueblo y ciudad. Son respuesta al derecho de ser comunidad viva, jurídicamente y con todos los derechos, cada día y en casa, con la llamada que late en la historia viva de la presencia de generaciones que han hecho valer el derecho al tesoro moral y material de las familias que han dado su luz, su presencia y colaboración como partes de la comunidad de vida local, que no merece verse debilitada.
Constitucionalmente, la autonomía local está reforzada y garantizada. Nos traslada el valor que tiene la promoción social y su permanencia en la vida local para seguir haciendo necesario el desarrollo legal que facilite la promoción social y el diseño político y real de su promoción: a) sin que ninguna frontera provincial ni autonómica derive en diferencias; b) orientando con sentido común la autonomía regional, provincial y local, que debes seguir haciendo  real y material (recursos) el amparo y desarrollo de nuestras entidades locales, como deberes para con nuestros pueblos; c) facilitar la promoción social y la vida en los pueblos, para dar la medida del tiempo social en relevos generacionales; d) poniendo al día la hoja de ruta del desarrollo social, y de los servicios que garantizan una vida en libertad, en municipio, con igualdad y tranquilidad por ser ciudadanos soberanos; d) sumen su aportación como ciudadanos que conocen mejor que nadie cuanto precisa cada entidad local para que no se olvide la promoción social, ni se pierda la historia por hacer en cada pueblo, sin parar.
Dice nuestra Constitución que El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses. 
Los sabios profesores, los que piensan con visión de Estado, nos señalan que las leyes, de la Nación española sin parcelas segregadas bajo el cielo constitucional, nos ofrecen los instrumentos, y herramientas legales, para encontrar soluciones al desequilibrio de la promoción social, y poder mantener el valor de la inmensa riqueza que tienen nuestros pueblos, abulenses y castellano leoneses, en la proximidad y cercanía cultural, nuestras raíces en el árbol de nuestra historia común: las crónicas vivas en nuestros  248 municipios abulenses; que la tierra se impone.
Vivimos en un mundo real, en suma de generaciones que cuidan su historia y la presencia real de jóvenes y mayores que depositan su experiencia acerca de lo bueno y mejorable; personas en dignidad y en  el pueblo que hoy merece ser fuente de vida, lugar de promoción social, y encuentro con la promoción social que reclaman las vidas que recogen y nos entregan su experiencia para que no se olvide el valor del pueblo: vecinos que nos recuerdan de dónde venimos para hacer mejor las cosas de la convivencia, y hacia dónde debemos ir para el bien común.
En valores de promoción social y herramientas legales, los sabios profesores nos recuerdan que nuestra Constitución ya nos hace soberanos, en lecciones grandes acerca de la vida que deseamos sea mejor para la promoción de nuestras entidades locales y pueblos, bajo la luz de lo posible y con el valor necesario de cuantos se comprometen, lealmente, con las funciones políticas para con el pueblo, y con la hoja de ruta que nos dice del ser España nuestro territorio, presente en nuestros municipios y  en los que se trabaja.
Los pueblos, las entidades locales, tienen que escribir las historias que hacen cultura y presencia de crónicas locales, para ser entregadas a los nuevos vecinos que nos deben acompañar. Es la promoción social de los vecinos en la gran familia local, la suya y la de tantos años por recordar, son lugar para la acción política al servicio local, provincial y autonómico,  para ser casas de familias que amanecen con trabajo,  escuelas para  formación de los hijos, y de convivencia que asiente las lecciones sociales de nuestra Patria Chica como parte de la Patria Grande, con valor de promoción social real, de nuestra dimensión social, y constitucional, para que no se nos vacíe ningún espacio de convivencia en nuestra promoción social.