Sutiles y delicadas, a veces apenas visibles y en ocasiones con colores poco llamativos, especialmente algunas polillas diurnas, pero casi siempre destacan por una enorme gama de tonos que hacen las delicias de los paseantes.

Su frágil vuelo y sus alas membranosas hacen que algunas vuelen casi a trompicones moviéndose dando "saltitos" en el aire, mientras que otras son mucho más elegantes y se desplazan dejándose llevar por el viento que les mueve con la mínima brisa.

También existen especies cuyo aleteo vertiginoso apenas deja contemplar al espectador cómo son esos apéndices con los que se mantienen en el aire.

Es tal la variedad de mariposas existente que resulta muy complicado aprender bien de qué especie se trata cuando ves una posada, y mucho más difícil aún si está volando.

Se encuentran directamente relacionadas con las plantas que visitan no sólo para libar sino también en la época de puesta, y por supuesto en el período de alimentación de sus orugas.

Castilla y León en particular y Ávila en especial poseen una variedad extraordinaria y cuentan con varios taxones muy raros a nivel nacional.

Hay que destacar sobre este tema un libro publicado por la Diputación Provincial, hace ya algunos años, en los que Juan Carlos Vicente y Beatriz Parra nos ofrecieron un buen trabajo y catalogación de las especies diurnas abulenses.

A veces no se les da la importancia adecuada a estos pequeños seres que tienen una importancia vital para los ecosistemas y mantienen sano el ciclo biológico. Los monocultivos, pesticidas y la concentración de algunas tierras donde desaparecen los márgenes y lindes sin labrar, son uno de los peligros más inminentes.

Todos los años la asociación Zerynthia, dedicada a difundir el ciclo de estas especies, y por supuesto su protección y la del medio ambiente, organiza una encuesta nacional para elegir "la mariposa del año". Algo que suena a privilegio para ella, pero que significa realmente que será elegida no sólo por su belleza y rareza a nivel nacional, sino también porque sufre algún tipo de peligro o se encuentra en seria regresión.

Cuando el lector hojee estas líneas seguramente ya se sabrá cuál ha sido la "afortunada" de entre las cuatro propuestas como la dorada canaria (Thymelicus christi), un endemismo que sólo se encuentra en las islas centrales y occidentales del archipiélago y que a pesar de estar en peligro, no cuenta con protección legal.

La manto violeta (Lycaena helle) sólo encontrada en algunos puntos muy concretos de los picos de Europa, siendo muy rara a nivel nacional. Ha sido propuesta por la asociación Zerynthia para ser incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

La esfinge proserpina (Proserpinus proserpina) es otra extraña especie en este caso crepuscular, actualmente en régimen de protección especial. Asociada a embalses y cursos fluviales, apenas se tiene información de su estado de conservación en España.

Y la última candidata es la hormiguera oscura (Phengaris nausithous), que como su nombre indica depende de algunas especies de hormigas y de una planta, la pimpinela mayor, sobre la que hembras colocan los huevos. Está en regresión en buena medida debido al abandono de la ganadería tradicional y de la siega de muchas praderas donde se alimenta. Actualmente está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Y seguramente cuando estas líneas se encuentren ya publicadas, se acabará de elegir la mariposa del año. Un hecho que puede ayudar a comprender mejor a estos pequeños animalillos que a veces tanto llaman la atención, pero sobre los que apenas nos paramos a pensar.

Cuando hablamos en ocasiones del "efecto mariposa" por algo será. :-)