Los sabios historiadores nos dicen que el Derecho: las leyes fundamentales aprobadas por la mayoría de los seres soberanos que viven en una sociedad democrática y libre, sin ataduras autoritarias, son la mejor enciclopedia para conseguir la promoción y mejoras de las mejores condiciones de vida. Las normas del derecho tienen un gran valor, son un tesoro en una Nación Social y Democrática de Derecho: a) riqueza para los ciudadanos, porque nos educan en, y con, los valores éticos y sociales de la convivencia para que no se nos debilite la conciencia y presencia de nuestra soberanía; b) para que no se olviden ni se pierdan los ideales que nos motivan para seguir adelante en nuestra sociedad soberana y libre; c) sin que ninguna atadura ideológica nos pare por el camino, nos estorbe en nuestra Nación, y nos jeringue el derecho a seguir en convivencia, iluminados por las luces y valores de una vida en paz; y no por arengas de turno electoral; d) sumen su opinión para la riqueza del común, en estas cosas necesarias de la promoción del factor social, de la convivencia, y en la suma de las opiniones plurales que nos enseñen a todos que ninguna persona sea dejada por el camino de la convivencia soberana.
La promoción social y la acción política, en una sociedad decente, no de mero guion en papel, nos debe enseñar las lecciones reales de la experiencia y de la historia real y sin censura político-social. Cada uno tiene su opinión y poder informarse para enseñar, compartir, y su opinión acerca de cómo debe reaccionar el factor social para evitar la ruina de lo que llamamos la España vaciada y recuperar la fuerza de nuestra soberanía en nuestros pueblos: Son herencia y presencia de raíces que deben alimentar plantas con frutos, los valores e historias de familias; y no mera suma de votos, de más y no menos. 
La acción de promover la vida en los lugares que vieron roto el silencio por la presencia de familias está presente en las raíces lecciones de la gramática parda de la vida, con las llaves que deben contar con las reglas del derecho a ser pueblos vivos, enseñar a los hijos y nuevos vecinos las lecciones de las familias que han entregado su relevo a las nuevas generaciones que acudan a repoblar y recuperar vida y economía. Recuperar la vida en los pueblos que van dejando espacios a nuevos vecinos que decidan hacer casa, trabajo, fonda y vida de nuevas promociones, de los pueblos y familias que no puede quedarse en espera de respuesta a la pregunta del ¿cómo llevar en buen estado social, y salud mercantil, la promoción de nuestra comunidad local? 
Llega la etapa de la acción política que actúe con más fuerza, recursos y energías en favor de la permanencia de familias en estos tiempos de una sociedad sin fronteras en información y presencia laboral; medios técnicos en las escuelas que recuperen la presencia de los tesoros vivientes de los maestros de la vida y cultura, nuestros mayores y los vecinos que acoger en casa. 
La promoción social cuenta con las leyes del Derecho, el grande de la Ley fundamental; el del desarrollo de las leyes que nos ayudan para recuperar la vida social; y del derecho humano al aumento de la convivencia de cada día en nuestros pueblos abulenses, y castellano-leoneses. En política de promoción social, también en valor de votos por pueblos grandes y pequeños que sumen vida y trabajo, que tengan abiertas las ventanas todo el año, al sol, a los ruidos de hijos y de la convivencia que ponen las horas a la vida real, en Ávila, en nuestra entera y gran Nación.
El diccionario de nuestra Lengua y Nación en Naciones de nuestra historia y cultura de muchos pueblos comunicados en la historia y cultura, del tiempo real en que se mide y comprende la vida real como fue, y no de pancarta ideológica, con sabias palabras nos dice: promoción es elevación y mejora de las condiciones de vida, de productividad, intelectuales, etc.; conjunto de actividades cuyo objetivo es dar a conocer algo o incrementar sus ventas. 
Dice nada más que la verdad. Y sí que podemos actuar con corrección, educación y compromiso soberano, en patria grande y chica, para conocer la vida que ha nacido y salido de los vecinos y su presencia local, recuperar la economía y vida de nuestros pueblos, sin vacíos para el olvido; por las familias y personas en convivencia; comunidad y promoción social para la vida en casa, barrio, pueblo, ciudad; haciendo lo posible para ponen en real las lecciones y educación para llegar a fin de mes en casa, barrio, pueblos, sin sobresaltos ni inflaciones que nos joroben y animar todos la vida de los pueblos, reales, sin vacíos en una sociedad sin fronteras, y con economía libre.