Julio Collado

Sostiene Pereira

Julio Collado


Sócrates o el arte de preguntar

13/03/2023

Sostiene Pereira que el método que empleaba el filósofo griego hace ya 25 siglos para conocer la realidad siempre le atrajo e intentó aplicarlo en sus clases. Pensaba Sócrates que el oficio de filósofo o maestro era muy parecido al de partera que tenía su madre Fainarate. Al igual que ella ayudaba a alumbrar un bebé que estaba escondido, así el filósofo debía ayudar al alumno a descubrir el saber que guardaba en su interior. Para lograrlo, se valía de preguntas, a veces de «perogrullo», de modo que fuera el propio alumno el que ante el desconcierto, reflexionara y buscara las respuestas. Como las respuestas siempre dejan flecos, provocan nuevas preguntas y así la conversación se puede alargar indefinidamente. Porque nunca se podrá conocer del todo la realidad. Es lo que el grafitero argentino, con fino humor, escribió en un muro que leyó  el escritor Eduardo Galeano: «Cuando sabía la respuesta, me cambiaron la pregunta». El método socrático es el modo de evitar el monólogo del maestro para entrar en el diálogo con el alumno sobre ellos mismos y sobre la realidad inaprensible que los rodea. Es el arte de la mayéutica. El arte de preguntarse, el arte de nunca dar por incuestionable ninguna respuesta venga de donde venga. Por eso, Sócrates era molesto y lo condenaron a muerte.
Sostiene Pereira que, cuando camina, se aplica a sí mismo el método socrático haciéndose preguntas, a veces en alta voz, e intenta darse respuestas. Por si este ejercicio gimnástico atrae a otros, aquí van algunas de sus últimas preguntas:  
Si todos los hombre y mujeres, como dicen muchos, son hijos de Dios, o sea hermanas y hermanos, ciudadanos de la misma Tierra, ¿por qué desprecian al pobre y al inmigrante? ¿ A quiénes interesa que Europa no sea un conjunto de Estados unidos para mejorar la vida de todos los ciudadanos, tanto europeos como del mundo? ¿Por qué ese empeño por enarbolar contra otros, patrias, himnos, banderas y escudos? ¿Por qué se acepta y hasta se aplauden los obscenos salarios de los deportistas de élite, de los banqueros, de los altos ejecutivos, de los grandes empresarios, de los amigos de la Economía Sumergida, de los Paraísos Fiscales, de los youtubers famosos  y se cuestiona la subida del Salario Mínimo que afecta a los más bajos en la escala social, sobre todo a mujeres y a jóvenes? ¿Quiénes potencian los juegos de azar y, después, montan las  clínicas curativas? ¿El deporte es escuela de salud, de ciudadanía y de solidaridad o de competición descarnada e individualista? ¿Y la calle y la familia y las televisiones y el internet y las redes sociales y la escuela y la universidad qué escala de valores enseñan y potencian? ¿Defraudar a la Hacienda Pública es de listillos o de corruptos? 
¿Alguien se fiaría de un vegetariano radical que hiciera propaganda de las bondades de la carne avileña? ¿Por qué habrá que fiarse entonces de los célibes que, sin haber sufrido los desvelos nocturnos por la fiebre de un niño, dan tantos consejos sobre la natalidad? ¿Por qué esa saña histórica contra la mujer? ¿No es un grandísima hipocresía mantener la violencia asesina contra niñas y niños a través del hambre o del abuso sexual, mientras se despotrica contra el aborto? Quiénes, para hacer «caja»  venden cada día que el consumir da la felicidad, ¿qué clase de ciudadanos son? ¿A quién puede molestar morir sin dolor, dulcemente? ¿Y si en vez de tanto hablar los adultos sobre los jóvenes, les dieran la palabra en las teles, en los institutos, en los periódicos, en las empresas y en las casas?¿Qué buscan los difusores del miedo juvenil al futuro?  Los  que piden a los demás el apretarse el cinturón, ¿no usarán tirantes?
¿Es verdad que las personas son lo importante como claman los anuncios de bancos y otras empresas? Las drogas, las armas, los medicamentos y la prostitución son los negocios más prósperos del mundo; ¿quiénes están detrás de ellos? ¿Serán casi los mismos? Si como dicen muchos, todos los políticos son unos corruptos, ¿quiénes son los corruptores y a qué dedican el tiempo libre? ¿Por qué están aumentando la venta de alarmas y de seguros privados de salud? ¿Por qué Ávila es tan tradicionalista en todos los campos de la vida?