Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


La extraña comodidad del 1-0

01/07/2020

Pertenezco a una estirpe de aficionados (y sé fehacientemente que somos mayoría) que tras un 4-0 favorable en la ida ha imaginado todos los escenarios posibles en los que sufrir e incluso perder:arranca el choque con un penalti y expulsión en el minuto ocho, al descanso el marcador es de 2-0 y su afición los está llevando en volandas, ya verás como marquen el 3-0 pronto: mínimo nos vamos a la prórroga y allí, con uno menos, estamos muertos... No es una falta de confianza en el equipo, no. Es una pose (todas válidas) ante un destino que muchas veces nos la ha jugado y al que no volveremos jamás a concederle la capacidad de sorprendernos. Antes seremos nosotros los que dibujemos el peor escenario posible. 
Es decir, hay gente que no está tranquila con un 4-0 a su favor... y, sin embargo, equipos que viven extrañamente cómodos en el alambre del 1-0. ¿Cómo lo hacen? Pongamos el Espanyol-Real Madrid, que nos deja la resaca de un taconazo... pero la sensación de que el partido habría terminado con el mismo resultado si hubiese durado 900 minutos. La tranquilidad con la que vivieron Casemiro, Varane y Ramos (ese triángulo de ‘achique’) en el año en que el Madrid amaga seriamente con ser el equipo menos goleado. Zidane le cambió el paso al equipo («Defendamos, joder, que ya no tenemos a Cristiano», dijo tras pegar un puñetazo sobre la mesa... todo ficción, pero algo así debió pasar) como Simeone se lo cambió en su día al Atlético. Esa extraña comodidad en los resultados cortos es más una pose que una realidad:cualquier córner es una opción de empate. Pero a veces es el gesto de no estar sufriendo, como el que tenía Induráin cuando subía los puertos más duros, el que gana todos esos partidos de marcador corto.