Otro año más, van no sé cuántos, la lotería del Niño se portó igual de mal que la de Navidad con Ávila. Únicamente dejó pedreas y reintegros. Los premios gordos se alejaron bastante de nuestra provincia y fueron a parar a Gerona, Aragón, Canarias y otras localidades no queriendo saber absolutamente nada con nosotros, quienes, como estamos acostumbrados, no perdemos la esperanza, sí los euros, por ver si en los próximos llega la ilusión.
Donde sí hubo ilusión fue el jueves por la noche en las calles de la capital, que se encontraban "hasta la bandera" de gente para presenciar la llegada de Sus Majestades los Reyes Magos, que venían cargados de regalos para todas las familias. Era curioso ver a los peques nerviosos y emocionados por estar cerca de Melchor, Gaspar y Baltasar, a la vez que intentando llenar las bolsas con los caramelos que se tiraban desde las carrozas. Más lo eran las caras de sus padres, a muchos de los cuales casi se les caía la baba viendo como disfrutaban sus hijos. Ilusión mayor ayer viernes en todas las casas cuando, al levantarse los más pequeños, encontraban sus presentes, que abrían de inmediato para ponerse a jugar con ellos. Este año, según nos comentaron Melchor, Gaspar y Baltasar los regalos protagonistas han sido, en gran parte, juguetes didácticos para compartir y entretenerse en familia. También libros y puzles, sin faltar las bicicletas, patinetes, muñecas, drones, portátiles, teléfonos móviles… Para los mayores no faltaron las clásicas colonias y por supuesto, ropa, ya que en estas fechas festivas se aprovecha a renovar o ampliar el armario.
Una ilusión que, igualmente, han podido vivir otros muchos niños de familias con menos recursos, gracias a las campañas de juguetes que se hicieron en Cruz Roja Juventud y en otras asociaciones, pero que, desgraciadamente, no han compartido los miles de niños que viven en Ucrania y otros países, a consecuencia de las guerras sin sentido alguno, que, en ellos, se están librando.
Ahora se acabaron las fiestas de Navidad y volvemos a las rutinas habituales en un año que se presenta difícil y entretenido. Difícil porque si continua la subida de precios, a pesar de haber reducido el IVA en varios productos básicos de alimentación y siguen costándonos en algunos casos unos céntimos menos, no sé cómo van a soportarlo muchas personas. Y si encima llega esa que dicen recesión iremos mucho peor. Habremos de confiar, aunque no sea su época, lleguen nuevamente los Reyes Magos -digamos Gobierno- e intenten solucionar este desaguisado con medidas que beneficien a la mayoría. No a base de limosnas como están haciendo ahora, sino con un más amplio abanico de decisiones para que la cuesta de enero no dure todo el año. 
En la carta que escribimos a Sus Majestades de Oriente incluimos varias peticiones que sí confiamos hagan realidad este recién iniciado 2023, como es la llegada de un nuevo Obispo, que pueda estar más de una "legislatura" al frente de la diócesis y no una temporada en la que poco pueda hacer. Esto le ha ocurrido a don José María Gil Tamayo, quien, además de la escasa actividad que pudo realizar por los dos años de pandemia, sufrió seriamente en su cuerpo el virus del Coronavirus. 
Les pedimos a los Reyes Magos que vengan y animen lo posible para que sean pronta realidad algunos de los proyectos existentes en la provincia, que van mucho más lentos de lo deseado por todos, así como la llegada, para quedarse, de esa necesaria recuperación en varios sectores a fin de no tener que sufrir diariamente el cierre de pequeños comercios. También que pare el abandono de sus aspiraciones, por parte de tantos jóvenes emprendedores, al comprobar que todas esas ayudas que dicen se les ofrecen luego quedan en casi nada, viendo cómo se les frustra – no por su culpa- poder alcanzar las metas que se habían propuesto.
Y en este 2023, año electoral Melchor, Gaspar y Baltasar traed cordura a todos los candidatos para los comicios municipales del mes de mayo y a las posibles elecciones generales en diciembre. Que se muestren tal y como son, eviten hacer promesas sabiendo no las van a cumplir, se centren en los verdaderos problemas que tiene cada uno de nuestros municipios, más en aquellos que día a día pierden habitantes, y en los temas que, de verdad interesan, a toda la ciudadanía española. No es bueno sigan velando -a cambios de apoyos- por el interés que únicamente favorezca y de qué manera a unos pocos. 
Para no perder la ilusión, Reyes Magos, venid más a menudo.