Ismael del Peso Jiménez

Los hollines de las llares

Ismael del Peso Jiménez


Lidia, la ‘Reclilla’. El lenguaje, la lengua y el habla

25/02/2023

Tío... ¿Por qué me llamas "reclilla" Si me llamó Lidia? Pues... Mira cariño, en los pueblos además del nombre de cada uno existen los motes o los apodos. Son nombres cariñosos. Lidias habrá más en el pueblo, pero Lidia Reclilla sólo una, ¿entiendes? Claro que entendía. La exclusividad y el protagonismo de aquel sello de autenticidad hizo que lejos de insulto u ofensa, aquel apelativo le hiciera sentir única e importante. Lidia Reclilla... No hizo falta explicarle que los RECLES eran en realidad los tiempos de descanso que se otorgaba a los presbíteros en las iglesias y a los reos (reclusos) y RECLES eran también aquellos que injustamente ajusticiados se les recompensaba el error con actividades remuneradas en las iglesias. Ellos y sus descansos (recreos) fueron los RECLES. Tampoco hizo falta profundizar ni explicarle que la abuela Juli era "Vinagrilla" porque sus antepasados recogían para remedios hierbas medicinales del campo, como las acederas y las achicorias que se llamaban por su acidez "vinagrillos"... Las cosas se entienden un poquito mejor cuando se conocen en profundidad. "Tío, ¿aquellas son tus montañas? ¿Y las conoces todas? ¿Y no te pierdes nunca? ¿Y como se llaman?...". La curiosidad de los niños es insaciable y proporcional al entusiasmo que perciben en los mayores...
Donde abundaron los pinos negrales lo llamaron las NEGRALERAS. El gran risco que emergía desde lejos en días de nieve y niebla como un gigantesco hito lo llamaron el JITUERO. Al pequeño arrabal como un pobladillo alejado del pueblo BARRIALEJO. Donde existían árboles silvestres de frutos dulces y tiernos como manzanas silvestres (manzanos magutos) el MAGUILLO. Donde se empleaba un sistema primitivo de riego, usando una horquilla enorme y una vara larga en desequilibrio como un balancín descompensado que se llama cigüeñal, lo denominaron las CIGUÑUELAS. Las áreas extensas sembradas de centeno defendidas en tiempos de conflictos bélicos con muñecos de paja simulando soldados se llamaron el BAHUSAN (los bahusanes eran esos muñecos, ¿sabes cariño?). Allí donde abundaron las grandes troncas de soto bosque para abastecer las Carboneras (cepas) se llamó las CEPEDILLAS. El rellano donde abundaban las leguminosas del género vicia (alberjas) de color verde intenso se denominó NAVA VERDEJA. Donde reventó una vejiga de agua y esta manaba de la tierra a borbotones por una pequeña boca se bautizó el BOQUERÓN. Al cerro de granito deleznable y erosionado, ROMPE SARIOS, al testero lleno de oquedades y 'bujeros' entre las peñas, la BUJERA. Los puntos donde se iba a salegar, a poner la sal al ganado (salegas), CHORRRILLO de las SALEGAS, las SALEGUILLAS del CHORRO, MAJASALEGAS... Si abundan los piornos y al florecer se pintan las laderas de color dorado y se ven desde muy lejos, las RUBIERAS y PORTACHO del RUBIÓ. Donde al llover quedaban charcos en los que podía beber una res, las LEGUNILLAS. Las formaciones rocosas paralelas a la línea de cumbres, los CASTILLEJOS. Donde criaban los cuervos, la CORVERA. Los rellanos muy pedregosos no aptos para siembra y muy castigados por los vientos, las NAVASEQUILLAS. Las presas del Alberche para el sangrado de su caudal con fines de regadío, PESQUERAS, y a los huecos de paso natural entre los cerros y cursos de agua (jornos y hornas), JORNALACABRA y NAVAJORNILLOS. Los pinares maduros con abundantes ramas secas (cándalos) serían las CANDALEDAS. Donde caían muchos rayos, los RAÍOS. Aquel barranco donde el agua cae tan en picado que parece que se despeña, AGUAS PEÑÁS. Las áreas de monte bajo cubiertas por densos tomillares de poca altura y reviejos por la pobreza y pedregosidad del suelo fueron los TOMEJOS.Y las zonas donde estos tomejos se roturaban para el cultivo de tomates sería ROZO TOMEJO. 
Paseando por la orilla del río veremos peces sin espinas porque tienen ESQUENAS, y no se cocinan en escabeche, se ESGABECHAN. Piedras redondas, que no serán cantos rodaos sino GORRONES y donde abundan estos, las GORRONERAS. Si pretendemos cruzar a la otra orilla del río lo haremos por el VAHO, con mucho cuidado de no 'ESBARAR' al pisar esa capa de verdín que recubre los gorrones del lecho del río, con la superficie tan pulida y fina por el desgaste constante de la erosión del agua. Bueno, no será desgaste ni pulido por el uso, porque será la USAGRE. La parte alta será la CIMERÁ. La parte baja la BAJERÁ. La hierba mojada estará AMOROSA y el bochorno no provoca cansancio ni apatía sino GALBANA ("por la mañana, galbana, a medio día los mosquitos y a la tarde la calor, no hay quien haga la labor"). Lo muy grande es GRANDÓN. Lo muy pequeño CHIQUININE o CHIQUININO. Si es mucho, será MUCHAZO, si es muy poco POQUININE.
Ni hay rocío ni hay escarcha. Hay AGUACHÁ. El 'ganao' no se atiende ni se cuida, se AVÍA y se ATALANTA. Los PERNILES de tocino no se empiezan. Están listos para ENCENTAR. Las ramillas de la leña serán RAYUTOS y RANCAJOS. Nada se hunde ni se sumerge. Se ASUELA. Bajo la tierra vivirán avispas peligrosas que viven en avisperos SOTERIZOS. Su picadura es muy dolorosa y si huyes a la carrera para eludir su ataque y sufres una caída con un golpe en las caderas te ESGORRONAS. Si tiene escaso valor o dudosa empatía será MALUTO. Si una res nace sin cuernos será MOCHA, si nace sin orejas, o son diminutas, MUESA. Las cosas ni se presienten. Se BARRUNTAN. Al borracho no le echaron del bar. Le AVENTARON. Bellotas, nueces y castañas se recogen cuando caen en otoño. En el ESTELLO. Ni se unta ni se reboza. Se JALBIEGA. Los cebones de matanza se cuelgan por la CORCUSILLA. Y en un reparto si alguien se queda sin nada le dejan ASPERGES. Las cabras cuando escupen ESPORRÍAN. Los días que hay humedad en el ambiente hay BLANDURA. El agua estancada es agua ESCORZUNA. Las fieras del campo huelen a MONTUNO. La medida de capacidad que cabe en una mano no es un puñado. Es una MANÁ, y si la cantidad es mayor y se lleva en la doblez de la falda o del mandil a modo de bolsa improvisada será respectivamente una JALDA y una MANDILÁ. Las piezas no se desgastan por fricción sino DE UNA CON OTRA. Estaba este y aquel pero no algún otro ni alguna otra. Estaría ALGOTRO y ALGORTRA. Si te acostumbras a una rutina te ARREGOSTAS. Las heridas no sanan por buena cicatrización sino por buena ENCARNADURA. La hierba recién segada no está verde. Esta ZOROLLA y no se recoge en hileras porque son MARALLOS. La leña no se seca, se AVELLANA y al rajarla con el hacha lo que salen son SEROJAS. Las madres no abrazan, ACHORCHAN. Ni las parejas duermen abrazadas. Se ARRUNCHAN. Ni te quedas dormido ni se pegan las sábanas, te APINGARRAS. Los niños no son adolescentes, EMPOLLINAN. La ración de un almuerzo es una ALMORZÁ y nadie se lava los pies. Se lavan los ZANCAJOS que, por supuesto no se hace en una palancana en el salón, ni mucho menos en el hall, sino en un BALDE en el MEDIO CASA. Y en la puerta no habrá bancos porque habrá ESCAÑO y SENTÓN. Ningún hombre es calzonazos, será MANDILÓN. Y los sacos no se sostienen para llenarlos. Se APARAN. "No veo tus botas tío, VELAQUILAS. ¿Y la abuela? VELAHILA. ¿Y la Sierra? VELALLILA...".
Valga de muestra un botón que un vaso de agua calma la sed, pero si se llena mucho empacha y ESTOMAGA y te deja ABUTARGAO y el sobrante se derrama. Aunque en el Alberche no... Aquí no se derrama porque REGUETRA....
Ya parece que hay GAZUZA... a cruzar pronto LA PUENTE para ir a LAYUNYAMIENTO y parar EN CA TÍO... a recoger LA VINAGRE que luego de mucho FATO y no sale la RUINERA.
Las crónicas de un pueblo... VELAHÍ...