¡Vaya añito que llevamos!
¡Y lo mucho que nos queda!
Los primeros días del año
viene doña Filomena;
luego llega Gaetano;
horas después, doña Hortensia;
más tarde viene El Ignacio
con toda su parentela….
Como sigamos así,
llegamos pronto a la zeta…
Por si esto fuera poco,
en Graná la tierra tiembla,
y tiemblan los granaínos
mirando a su Alhambra entera;
que cese el «enjambre sísmico»
y se vayan las «abejas»,
se detengan los «picores»
y acabe la tembladera.

Por si esto fuera poco,
nos llegan «Coronas»nuevas
que, según el Gran Simón,
vienen de Las Inglaterras:
—Pero no hay que tener miedo,
que según he hecho mis cuentas
tan solo dos o tres casos
tendremos de la tal cepa.
¡Ay, pobrecito Frenando,
que ninguna vez aciertas!
¡Es que no das pie con bola,
y cada vez que hablas, yerras,
que eres el mejor «errero»
en las cuestiones pandémicas!
En asuntos de dineros 
y en los asuntos de perras,
la economía, por los suelos,
sigue bajando con fuerza
y el Producto Interior, bruto,
a España la deja tiesa.
(Perdón, quitad esa coma,
y que nadie se me ofenda.)
Y por si esto fuera poco,
ni las vacunas nos llegan,
y algunos listos políticos
saltan la cola, y se cuelan.
Y hasta faltan jeringuillas,
¡ay, qué gente sin vergüenza!
Como sigan a este ritmo
y más prisa no se metan,
estaremos vacunados…
¡allá por el dos mil treinta!

Mas, para poner remedio,
el que en La Moncloa gobierna
nos diseñó la partida
de ajedrez, que aquí se juega:
—Permitid que a Catalonia
al «alfil» Illa yo mueva
y coloque en los Madriles
al «caballo», don Iceta,
mientras dejo a mis «peones»
luchando con la pandemia.
Y YO, la «Torre» más alta
que se erige en estas tierras,
enrócome con el Rey,
y YO lo dejo en Zarzuela…
y así no me darán «Jaque»
ni me comerán la Reina.
YO  soy gran ajedrecista,
mejor que el Karpov lo fuera…
Ay, si no fuera por MÍ,
España se iría a la mi…
—¿Porqué al ajedrez tú juegas,
sin tener ni zorra idea?
—Como todos mis «peones»
ni se mueven, ni protestan,
hago siempre lo que quiero…
—o lo que diga el Iglesias—.

Al final, en gran jugada,
los comicios se celebran, 
que un voto, más que una vida,
es lo que les interesa.
Y allá por la Catalonia
hoy siguen armando gresca,
y los probes no se aclaran
ni con agua de Fontbella:
Yo no sé si habrá ganado
el Pis del Monte de Bélgica,
que vive allí, en el exilio,
en la más pobre indigencia…
Tampoco sé si ha vencido
el «expreso»Yunque Eras,
que, además de duro Yunque,
gran martillo pilón fuera,
amb les grans declaracions
y sus continuas monsergas
de que «L’Espanya ens roba…»
—¡Y también os da la teta!—.
¿O habrá ganado Rufián,
el rufián de barba «prieta»,
pues decir negra hoy en día
es palabra harto incorrecta?
¿Y tendrán Presidentillo,
o President-Illa a secas?
¿Gobernará el Tripartit?
¿Visca el Barça? ¿Independència?
¿O habrá ganado el Covid,
por una distancia luenga?
Porque, a lo mejor, del virus
quedaron las urnas llenas….
Ojalá yo me confunda
y a fondo la pata meta,
pero veremos qué pasa
dentro de semana y media…
Tienen, pa la cuarta ola
toditas las papeletas…

—¡Vaya any que llevamos!
—¡Cullons, y lo que nos queda!

¡Cuídense mucho, lectores,
que la cosa está muy seria!