Gerardo L. Martín González

El cimorro

Gerardo L. Martín González


Diálogo a la sombra, pero sentados

02/08/2020

¡Hola Pepe! –Hola tocayo – ¿Me puedo sentar? –Siéntate, hombre, que es gratis ¿Qué te trae por aquí? –Nada en particular, pues lo que te pueda decir, tú ya lo sabes; cosas que dicen en las noticias y comentan los periodistas que opinan, que a veces te dejan un mal cuerpo, y es que no hay nada bueno –¿de qué te extrañas? eso es lo normal, pues las cosas buenas no venden ¿Qué prefieres?¿que te cuenten lo que hace sor María en Cáritas, o que el rey emérito no declaró a Hacienda cierto regalito, y se lo llevó a las islas Caimán? –Hombre, no compares; lo segundo tiene más enjundia –No sé qué te diga, pero esto del rey emérito, ya que ha salido, me huele mal. Es como si hubiera una campaña soterrada contra la monarquía, y han visto aquí un buen momento, y sería el primer eslabón a cortar, como algo sucio, no en el sentido de faldas que eso, al final, se perdona o se olvida o se disimula, sino corrupto por el cochino dinero que pervierte hasta al mas santo o con muchos méritos, que ahora no cuentan. Además, estamos hablando de cosas que se dicen, pero que hay que probarlas, y mientras tanto solo es carnaza para el que quiera comerla. A ti ¿qué te gustaría? ¿echar al rey? ¿qué haya otra Republica? –Oye, según planteas las cosas, sacas unas consecuencias…que son palabras mayores. –Es que al final es eso, y lo ves a menudo con las banderas, o monarquía o república. –Amigo Pepe. Tú que eres un cabezón, y perdona, pues lo digo en el buen sentido de que sabes mucho, me vas a explicar esta obsesión de algunos por los cambios. ¿vivimos mal cómo estamos? Sí, ya sé, unos mejor que otros, pero yo, por ejemplo, que estoy en el paro ahora, vivo mejor que vivieron mis padres, sigo teniendo mi cochecito, y me tomo unas cañas de vez en cuando. Pero tengo que quejarme pues quisiera otra cosa mejor. Yo solo he conocido un rey y una democracia; lo de la república me lo contaron, con una guerra y una dictadura, y hay para todos los gustos. Y ahora parecía que estábamos en paz –Pues ahí está la clave, unos viven bien, otros mal, la mayoría regular, y si hay alguien que pinche y diga como arreglar las cosas, pues enseguida tiene muchos seguidores, y ¿qué es lo primero que quieren? Cambiar el gobierno, o un poco más, cambiar la forma de Estado –Pero, aclárame, Pepe ¿qué es mejor? ¿una monarquía o una república? –Mira, si la historia comenzara hoy, pero que no es así, pues ya hay mucha experiencia acumulada, y desde que el mundo existe y el hombre empezó a reunirse en grupos y a tener a alguien que les mandara, ha habido mil formas de hacerlo que han ido cambiando con los tiempos y adaptándose a la complejidad de la vida. Hace falta que alguien ponga orden y gobierne, pues si no esto sería el caos, cada uno haciendo lo que le diera la gana, que unos aguantarían y otros se revelarían, hasta la destrucción; y para evitar esto se hicieron las leyes. Y ¿quién hace las leyes? Pues los que mandan. Y ¿quién manda? Aquí está el meollo, pues hemos pasado del jefe, tal vez un héroe o un macho alfa, que era así considerado por aclamación por su clan; o los consejos de ancianos, llenos de sabiduría y depositarios de la memoria de su grupo. Pero sin irnos tan lejos, desde que se inventó la democracia, que ya sabes lo que quiere decir, que el pueblo es el que manda, tú y yo y mi vecina, eso en teoría, a la que han ido remodelando y llenándola de normas, dejando a ti y a mí y a mi vecina, que votes o elijas a alguien, que seguramente no conoces y que pertenece a cierto partido político, que seguramente es lo que te mola, pensando más con la tripa que con la cabeza. Hoy en el mundo, todos los países se gobiernan de una forma u otra, independientemente de que sean más ricos o menos, que podíamos reducir a dos: monarquía o república; y ¿qué diferencia hay?  Que una es hereditaria y la otra es por elección; y esto de elegir es que nos trae locos y es muy bonito, pero que al final todo queda en manejos políticos, y te defrauda un poco. –Pepe, veo que tienes ahí datos. ¿Me podrías decir algunos países conocidos, que tipo de gobierno tienen? Es por comparar –Pues mira, Republicas presidencialistas, tienes a Estados Unidos o Argentina; Republica semipresidencialista, que creo que se entiende, la tiene Francia o Rusia; Republica Parlamentaria, la tienen Alemania o Austria; Republica de Partido Único, como son Cuba o China. En cuanto a las monarquías, tienen monarquía absoluta, es decir, hereditaria y que el rey manda de verdad, como Arabia Saudita; y monarquía constitucional o parlamentaria, que el rey es el jefe del estado, pero no manda nada de nada. Es una figura representativa y ceremonial, igual que puede serlo un presidente de republica parlamentaria. Y así están España, Japón o Reino Unido, que cuidado que quieren a sus monarquías estas últimas.  –O sea, que eso de jefe de estado es mas bien representativo y como dices, para las ceremonias. Pero yo me pregunto. Y si un rey sale tonto ¿qué pasa? –Pues lo mismo que si saliese así un presidente republicano. Se le cambia, y punto – ¿sabes lo que te digo? Que me importa un carajo quien sea el jefe del estado. Lo que quiero es que los que gobiernen lo hagan bien, y el pueblo lo note de verdad. Sin embargo, yo veo un punto a favor de la monarquía hereditaria; que desde que nacen se les educa en ese futuro de que algún día pueden ser el jefe del estado. Además, no son de ningún partido –Mira. Si nos oyera mas gente, según que tendrían otras opiniones; así que lo dejamos por hoy, pues no vamos a solucionar nada. Hasta mañana Pepe –Adiós tocayo.