Con el mes de mayo comienzan las bodas, bautizos y comuniones. Seguro que muchos de ustedes tienen algún evento de estas características en próximas fechas. Si es así, bienvenidos al club. 
Hoy voy a centrarme en las bodas. Cierto es que este tipo de celebraciones son para disfrutar y pasarlo bien. Lo malo es cuando en un mismo verano se te acumulan varios enlaces de amigos, primos… Y es que hay años que parece que todos se han puesto de acuerdo para casarse. Pero voy a romper una lanza por los novios. Para ellos, la espera hasta que llega el día de la boda es todo un quebradero de cabeza. Sí, lo digo por todos los preparativos. 
Vean un ejemplo. Ahora mismo hay una pareja en Ávila que se casa este fin de semana, en concreto, el 13 de mayo. Estamos a jueves y ya he recibido un WhatsApp del novio diciéndome que está de los nervios. Y no es para menos. Va a dar un paso importante en su vida. Pero antes de ese nerviosismo en las jornadas previas a la boda, los preparativos han sido muchos. 
Lo primero, claro está, ha sido elegir la fecha del casamiento. En este caso, no lo han elegido al azar. Tenían claro que tenía que ser un 13 de mayo, festividad de la Virgen de Fátima. Sé que para ellos es una fecha especial.  
Segundo. Hay que elegir la iglesia. Ellos lo tenían muy claro porque pertenecen a una hermandad en la que la esperanza y la salud son su seña de identidad. No diré más al respecto porque para esta pareja, casarse en ese templo, va a ser un sueño hecho realidad. 
El tercer paso era la elección del restaurante. Lo han tenido fácil porque en Ávila hay un amplio abanico de lugares para celebrar el banquete. Pero me temo que el mayor quebradero de cabeza, como para muchas otras parejas que se van a casar en los próximos meses, es decidir en qué mesa irá ubicado cada invitado. Desde aquí le digo a la pareja del 13 de mayo que me da igual si me ponen lejos o cerca de la mesa nupcial. Lo importante es acompañarlos en ese día tan especial. 
Y aprovecho estas líneas para decirles que también da igual si el sábado hace un poco más fresco, si se mancha el vestido de la novia o si se marca de arroz el traje del novio. Ese día, Victoria y Álvaro (diré que son nombres ficticios, aunque sea mentira), estaréis rodeados de las personas que os quieren. Vuestra familia y amigos. Y eso es lo realmente importante. El 13 de mayo es vuestro día y marcará un antes y un después en vuestra vida. 
A vosotros y a todas esas parejas que están ya casi en el altar, dejad los nervios y disfrutad de los momentos previos y los que vendrán después de la boda.  Que seáis muy felices y sigáis compartiendo esa felicidad con los demás. 
Y un apunte para los invitados. No os enfadéis si, en el banquete, os ponen en la mesa más alejada de los novios. A alguien le tiene que tocar. Puede que el motivo sea porque sois los primos pesados o quienes siempre la lían, pero de una u otra manera, disfrutad también y… ¡vivan los novios!