—¿Y los Rolling? ¿No podrías traer a los Rolling?
—Vendría gente de Madrid, sí, pero ¿a dónde? ¿Al Adolfo Suárez? Se queda algo corto, la verdad…
—No, al Adolfo Suárez no, lo dejaron hecho unos zorros los anteriores, que no mantenían nada, y todavía no he anunciado mis inversiones allí para el año que viene; es el centenario del Real Ávila y además hay elecciones… ¡A ver, alguien que se ocupe de ir buscando subvenciones europeas o de la Junta para el Adolfo Suárez, rapidito! Yo tenía en mente Sancti Spiritu, que para eso nos gastamos buenos dineros en que los campos quedasen guapos y en techar las gradas. Se traen dos o tres de esos «food trucks» que tan bien resultaron hace poco para que el público puede beber y comer. Y el escenario junto al puente, creo que quedaría bien mi foto allí con Mick Jagger.
—No sé, alcalde. Yo solo soy promotor, pero me parece que nos supera…
—¿No quieres montar un festival? Pues si te pones, hazlo a lo grande: ¡la madre de todos los festivales! Vamos a enseñar a Almeida que no solo sabemos limpiar nieve mejor que ellos. El «Primavera Sound»…
—Ya está cogido.
—Pues «La Fiesta de Primavera», o el «Primavera Fest», que suena guay. Además, lo de hacer festivales se te da muy bien, mira lo chulo que salió «Abvlensis II» tras la comisión de investigación del I.
—«El Abulense», se llamó, y no recuerdo que haya habido comisión. Pero entonces pagasteis vosotros y ahora el que me juego los cuartos soy yo.
—¿Cómo los cuartos? Tira de la EDUSI, o de los Next Generation, o si hace falta de la Junta —luego la pones a caldo, eso sí— como yo. Además, me han dicho mis concejales del ramo —siempre asesorados por los técnicos municipales— que esto va a traer un millón de euros, por lo menos; se nos va a llenar la ciudad de madrileños. Cuanto más caras las entradas más acudirá la gente, ya lo verás.
—No lo veo claro, yo pensaba empezar con algo pequeño: recitales de piano, quizás un concierto homenaje...
—No hombre, no, que lo de la polifonía, el órgano y la clásica está bien para matar el rato, pero lo suyo son grandes espectáculos de los de primera plana luego en Diario, con mi foto en ellos, claro. Mete si quieres uno de bandas militares, que gusta mucho en esta tierra.
—Es que las fechas son poco propicias, andan los barrios de fiestas con sus conciertos.
—Claro, claro, les damos ayudas y subvenciones y no puede ser, nos desbaratan la estrategia turística con contraprogramación gratuita. ¡A ver, alguien que anote, para el año que viene nada de subvenciones; contratos artísticos y que se los ganen! ¡Y que paguen vallas, sillas y ocupación de vía pública! Tú, lo dicho, a buscar cosas caras y rompedoras, hazme caso.
…
—Hola, alcalde. Lamento decir que al final vamos a tener que cancelar también los últimos dos conciertos del festival…
—La culpa no es tuya, esto solo nos pasa aquí: gente sin poder adquisitivo y que no sabe apreciar ni gastar en lo bueno que se les trae. Pero recuerda que ya te avisé yo de que no te pasases programando y de que no pusieses las cosas tan caras.
—¡¡¡Pero alcalde!!!
—Ni pero ni pera… En fin, vamos a planificar el año que viene, que hay elecciones. Oye, el chaval ese, Bruce Springsteen, ¿cuántas veces ha venido a Ávila?