Francisco I. Pérez de Pablo

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Francisco I. Pérez de Pablo


Las UCI y la movilización de los abulenses

16/06/2020

El alcalde capitalino –algo bravucón– advertía la semana pasada que si la comunidad autónoma no rectificaba movilizaría a los abulenses a la par que dirigía su crítica contra el presidente autonómico Mañueco, que decía estar escondido. Le responsabilizaba de que Ávila pasara de 8 a 12 camas UCI en vez de a 16 como la vecina Segovia (duplica contagiados y fallecidos y partía de diez UCI). Una nueva polémica con dos planos diferenciados. Por un lado si Ávila es acreedora a más camas UCI y por otro lado la pura vertiente política que es más honda y personal del edil municipal.
En cuanto a la necesidad o no de dotar de más camas UCI el centro sanitario abulense nadie se puede oponer a tener más de todo ¿Y por qué no 20? Este incremento de camas UCI viene motivado por un reforzamiento sanitario específico en caso de un nuevo rebrote de pandemia. Ni el programa electoral municipal, ni regional de XAV –formación que sostiene la Alcaldía de la capital–,  contiene mención alguna a las UCI. Las que había (8) se consideraban suficientes en contingencias normales. ¿Hace mal el alcalde en pedir más para casos extraordinarios? Sin duda no (en su día el entonces alcalde M.A. García Nieto –PP– ante la falta de oncólogos pidió a la Junta que los pintaran), pero utiliza argumentos inconsistentes e incompatibles.
No se trata de tener más UCI, sino de evitar que la gente llegue a ellas y eso es lo que hay que conseguir en otoño si hay una nueva ola. Esta acertada opinión es de Rafael Bengoa, experto en salud pública y exconsejero de Sanidad del País Vasco.  ¿Es coherente la petición del alcalde de más UCI estando empecinado en organizar en septiembre el Mercado Medieval? (Pan y circo). Dicho evento –grande o chico– es una actividad de riesgo potencial (aglomeraciones y gentíos), teniendo en cuenta las advertencias sanitarias y decisiones ya adoptadas –educación–  de cara al otoño. Esta terquedad (el alcalde de Múnich hace semanas canceló la Oktoberfest) contradice la petición y puede engendrar algo más que un error político si hubiera rebrotes. 
¿Hace bien el Alcalde en llamar a las barricadas a los abulenses? Populismo en estado puro. Mi respuesta es no. Para resolver los problemas políticos se le ha elegido, no para crearlos, ni para agrandarlos, ni para que los resuelvan los abulenses tras una pancarta. Los órdagos en el mus tiene el inconveniente de que se pueden ver y descubrir el farol. La partida es la de los abulenses, no la particular del alcalde con Mañueco y el PP. Las  explicaciones (o dimisión) las tendría que dirigir a la consejera de Sanidad que decide las camas, la Radioterapia o los consultorios rurales. 
Sucede sin embargo que en el gobierno regional de coalición esa consejería la detenta autónomamente Cs (Igea –Vicepresidente autonómico– ha advertido que no admite injerencias en esa parcela o dimite). Cs sostiene la Alcaldía de Ávila con mayoría absoluta y no parece que el alcalde quiera escupir a su socio. Para ello, en cualquier ocasión que se presenta, prefiere escupir más arriba, si el de arriba es del PP. Personificar en Mañueco sus ataques parece encerrar cierto odio contenido por otras cuestiones y mucho rencor, quizás y solo quizás, derivado de aquel día en que Génova no lo eligiera como candidato del PP a la Alcaldía de Ávila y Mañueco –presidente regional– no le respaldara, pero logró legítimamente la Alcaldía. Cuestión diferente es si la ejerce provechosamente, lo que les dejo a ustedes.