Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Siro

07/06/2022

Si no hay cambios de última hora, el presidente de la Junta se reunirá mañana con los comités de empresa de las fábricas de Siro en Castilla y León y con los alcaldes de las localidades donde están ubicadas: Aguilar de Campóo y Venta de Baños, en Palencia, y Toro, en Zamora. Mañueco, por fin, ha bajado a tierra y ha decidido implicarse en un problema gravísimo en el que el Gobierno regional no puede echar balones fuera y refugiarse en eso de «que se arreglen entre empresa y trabajadores». Y no puede hacerlo porque, entre otras razones, la situación de la galletera no es solo una cuestión económica y laboral, sino también social. Afecta a tres ciudades de esta tierra donde gran parte de la población vive directa o indirectamente de los salarios de Siro. El llamado cese de la actividad, los cierres, supondrán un mazazo descomunal con un fuerte impacto comarcal, provincial y regional. Tenemos poca industria y nos la van cerrando. Por eso no se entiende bien el pasotismo de la Junta hasta ahora. Hasta que no se le han visto las orejas al lobo (¡y qué orejas!) no han reaccionado ni Mañueco ni Carriedo ni los titulares de Empleo y Agricultura, propuestos por Vox y que deberán demostrar que saben hacer algo más que soltar mítines en las Cortes. El presidente de la Junta tiene que emplearse a fondo, pactar con el Gobierno central una estrategia común (aquí no valen rencillas partidistas), hablar con empresa y trabajadores las veces que haga falta e, incluso, contactar con los fondos de inversión interesados en entrar en Siro. Todo menos desentenderse del asunto y dejar la ¿solución? solo en manos de las dos partes implicadas. En ese caso, el que ha habido hasta el momento, ya se sabe quien va salirse con la suya y quien va a perder. Suelen perder los más débiles, los que no tienen más que su sueldo. Ya lo estamos viendo. No parece muy de recibo que, en pleno siglo XXI, se pida a los empleados que trabajen bastante más por bastante menos salario. Pónganse en su lugar: ¿qué dirían ustedes? O sea, Siro también tiene que ceder. Y Junta y Gobierno central hacer algo más que mirar los toros desde la barrera.