Domingo del Prado

Los lunes de Domingo

Domingo del Prado


Después del terremoto… ¡la bomba!

21/03/2021

Después del gran terremoto
que azotara a Hispania entera
con el epicentro en Murcia,
donde armose tan gran gresca
que llegó hasta los Madriles
y hasta Llión y Castiella,
a primeros de semana,
cuando lunes aún fuera,
con media España dormida
y la otra media despierta,
«amanece, que no es poco»,
con una gorda sorpresa;
en mitad del desayuno,
con la radio a toda mecha,
una peligrosa «bomba»
explosionó en mis orejas:

Del Consejo de Menistros,
con el rabo entre las piernas,
el socio del Presidente,
—que ustedes saben quién era—,
abandona su poltrona
y su pesada Cartera,
y dice adiós a don Pedro
y a la Vicepresidencia.
Don Pedro, sin tener culpa,
solo y desnudo se queda;
pero, aunque quede en pelotas,
ha de estar de enhorabuena:
ya «podrá dormir tranquilo»
y echarse muy largas siestas,
porque no oirá los ronquidos
ni tendrá más pejigueras
de ese que dormía a su lado,
en cama de uno cincuenta,
donde ambos no se encontraban
aunque se dieran mil vueltas.
Como ya estaba «hasta el moño»
el que antes tenía coleta,
y ahora es Pablo Catedrales
el que antes solo era Iglesias,
el lunes tomó el petate
y a eso de las once y media,
se autonombró candidato
a la «cosa» madrileña
que se vota el día 4
de mayo —para más señas,
justo un par de días después
de la tan famosa fiesta
que celebran los Madriles
honrando la Independencia,
cuando llegan los franchutes
del Napo y Pepe Botella—.
¿No podía haber elegido
doña Isabel otra fecha?
¡Porque estarán de resaca
chulapos y madrileñas!
Con el anuncio tan gordo
que tele y radio nos dieran,
de alborozo y alegría
explota la Hispania entera:
—¡Nos ha librado del «Vice»,
doña Ayuso, la Pepera!
—¡Pues… «ya le debemos una»
a quien de «eso» nos libera!
—¡”Comunismo o libertad”
es ahora la contraseña!

Mientras el Vice-fugado
va en busca de su colega,
—que es jefe de MásMadrid,
y el signo + siempre aumenta—,
en aras de conseguir
la poltrona madrileña,
estaba nuestro don Pedro
por la campiña francesa,
cazando las mariposas
que por allí, libres, vuelan…

Ante el sueño de llegar
a la que es del Sol la Puerta,
el buen Oso y el Madroño
de solo pensarlo, tiemblan
y se agarran a Isabel
—que bien puestos los tuviera—,
para que cuide de ellos,
y para que los proteja,
y los acune y los mime
como antes nadie lo hiciera.
¡Ay, Osito y Madroñín!
¡No sabéis la que os espera!
¡Ay, Isabel Díaz Ayuso,
Juana de Arco de derechas,
Agustina de Aragón,
María Pita coruñesa
y Guiomar abulense,
líbrete Dios de esta guerra!
¡Con lo a gustito que estabas
con el Aguado a tu izquierda,
bebiendo sabroso vino,
aunque aguado te lo diera!
Menos mal que te anduviste
rápida, rauda y ligera
y por cuestión de minutos
adelantaste la fecha
y convocaste Erecciones,
en gran jugada maestra…
¡porque es que tú ya tenías
la mosca tras de la oreja!
Ahora bien, doña Isabel,
atente a las consecuencias,
que, aunque duras calabazas
a Pablo, Iñigo le diera,
tal Iñigo y Gabilondo
podrán unirse al Iglesias,
y… ¡cuidado, Isabelita,
no te fíes de las encuestas,
que está el patio alborotado
y la cosa está muy fea!
¡Seguiremos informando
en nuestra próxima entrega!