Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


450.000

16/06/2020

La cifra que encabeza este artículo me produjo un escalofrío difícil de medir y fácil de explicar. Refleja el número de vidas que el confinamiento ha salvado en España, según un estudio liderado por el Imperial College londinense con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Como todos los análisis y valoraciones hechas sobre el coronavirus tiene, sin duda, sus partidarios, sus detractores y sus escépticos. Y no se ha hecho al buen tuntún ni como esas encuestas electorales eléctricas de la Señorita Pepis que abundan tanto y que suelen coincidir con la tendencia del medio. No, en este caso, se han recogido datos concretos sobre la evolución de la pandemia en once países europeos: Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Noruega, Suecia, Suiza, Reino Unido y España. El trabajo ha sido publicado por la revista Nature. Y la conclusión es impresionante: la cuarentena ha evitado tres millones cien mil muertos en las naciones citadas gracias, especialmente, al distanciamiento social. De ellas, nada más y nada menos que 450.000 en España. ¿Se imaginan lo que estaría sucediendo aquí si se hubiesen registrado 450.000 fallecimientos más?, ¿Y se imaginan lo que estarían diciendo los que, desde hace semanas, piden, exigen, que se acaben las restricciones y se dé vía libre a todo el que quiera salir, moverse, abrir negocios?, ¿contra quién se habrían manifestado los cacerolos en nombre de la libertad? Las cifras son tan apabullantes que cortan la respiración y pintan más de negro cualquier distopía. Sin embargo, la noticia no ha tenido, a mi juicio, la relevancia que merece. No sé en otros países, pero en España parece que solo hay que resaltar lo negativo. Si el estudio hubiera indicado que el confinamiento no sirvió para nada, seguro que algunos seguían todavía dando la matraca y acusando al Gobierno hasta de la muerte de Manolete, pero, amigo, resulta que la cuarentena ha evitado miles y miles, casi medio millón, de vidas humanas. Casi nada. Para no olvidarlo. Y más ahora que parece que ya tenemos patente de corso para hacer de todo. Y enseguida, como si no hubiera mañana.