Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


40 años después

27/02/2023

Se han cumplido estos días, concretamente el pasado 25 de febrero, cuarenta años de vigencia del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, desde 1983 a 2023; o, dicho de otra manera, cuarenta años de funcionamiento de la Comunidad Autónoma y de sus instituciones. Un periodo de tiempo muy significativo ya, más que suficiente para volver la vista atrás y preguntarnos de dónde venimos y para mirar luego al presente y comprobar dónde estamos. Seguramente caben dos actitudes: una puramente individual, para quienes participamos directamente en aquellos momentos iniciales; otra más colectiva y organizada, que debiera ocuparse del análisis y de la comparación.
En lo personal, doy fé de nostalgia agradecida; fue aquella una época plena de ilusiones y complicidades de la que conservo entrañable recuerdo. Quizá porque la política se desarrollaba en un ambiente cordial, quizá porque había objetivos comunes que unos y otros valorábamos como superiores a los particulares, lo cierto es que no he conocido un tiempo de memoria más grata.
Pero lo importante es lo otro: cuarenta años es un periodo muy relevante para analizar y comparar, para percibir si hemos utilizado bien la autonomía y si ésta ha sido útil. Pero parece que las instituciones regionales, que debieran ser agentes principales, aunque no únicos, en esa tarea, no tienen previstas iniciativas de calado con ese fin; algún acto institucional de bajo perfil, y eso es todo. Una verdadera pena. Y menos mal que en otros ámbitos sociales, mediáticos o académicos van surgiendo iniciativas de interés.
¿Causas de ese desinterés? Claro que las hay: una, que no será la única, es que la política regional está hoy institucionalmente condicionada por un grupo, como es VOX, que no querrá poner en valor la autonomía, ni siquiera de forma crítica, porque su proyecto confesado es suprimirla. Pero hay otros grupos, mayoritarios, que han estado presentes como protagonistas principales de todo ese periodo en la política regional, que no debieran dejar pasar una oportunidad tan propicia para conocer mejor nuestra historia colectiva más reciente. Estudios, exposiciones, coloquios o debates; lo que sea con tal de aprovechar el momento, que hay tiempo suficiente.