Francisco I. Pérez de Pablo

Doble click

Francisco I. Pérez de Pablo


En Ávila Sánchez defiende a Sánchez

31/01/2023

La precampaña electoral reconozco que es muy divertida. Los contrincantes utilizan palabras, frases, expresiones, gestos, ademanes, lemas y discursos de lo más variado y ocurrente para llamar la atención de los votantes. Mientras la aspirante socialista (Eva) introdujo la naftalina como algo que hay que desterrar en Ávila, la candidata popular (Alicia) en su presentación afirmó que los Sánchez no son de fiar.
A la primera el actual alcalde y también nominado para las urnas de mayo la pidió de manera suave respeto.  A la segunda prefirió ocultarse tras su lugar teniente en el consistorio y presidente de la formación XAV que le ha designado, para en la voz de éste y de manera más iracunda declarar que los Sánchez habían sido insultados, aunque el dicente no era el Sánchez, al que en este rifirrafe prelectoral se refería la popular, por mucho que se autoinvitara a este convite.
Cualquier buen observador -argucias electorales al margen-, sabe que los Sánchez destinatarios de esa afirmación son dos. El presidente del gobierno (Pedro) y el actual alcalde de Ávila (Jesús Manuel). Para ser considerada ofensa la tesis que ha abierto la campaña de las elecciones locales en Ávila no hace falta poner como escudo a todos los apellidados Sánchez (representan un 4,008% en Ávila), sino solo comprobar si los dos Sánchez (espejos de sí mismos) han cumplido con lo que prometieron.  
No habría indultos y los hubo; el código penal no se modificaría y se modificó; no se supeditaría la gobernabilidad del País a los partidos independentistas y lo está; no dormiría tranquilo con el populismo de Podemos y duerme; la luz no subiría y subió; no se subirían los impuestos y se han subido. No habría dos Españas y las ha revivido.
Se prometió cambiar la ciudad de Ávila y ahora está peor, pero dicen que está mejor. Los edificios ruinosos abundan. No se han mejorado los servicios (las BIR solo consistieron en un maquillaje); los jardines no se han embellecido y el alumbrado público sigue bajo mínimos. El aprobado plan Cogotas (agua para épocas de sequía) fue anulado. Ni el comercio, ni la industria, ni el empleo han mejorado (las estadísticas lo confirman); no han llegado más empresas. Tampoco las comunicaciones se han modernizado. El turismo no ha aumentado. Las instalaciones deportivas siguen deteriorándose. Se han subido los impuestos locales y perdido cuantiosas subvenciones. Cada cual tendrá su propia escala de valor para fiarse de uno u otro de los Sánchez, pero la falsedad está más interiorizada en los dos que la honestidad. 
En clave muy doméstica la visible defensa que de los Sánchez se hace ahora por la formación –presidencialista– del alcalde tiene que ver más con la subsistencia del regidor para ser reelegido, que por el grado del verbo transitivo utilizado. En mayo el escenario en la capital puede que no sea de mayoría absoluta y se necesitarán pactos. Esa es la clave del guiño victimista. Asimilarse entre los Sánchez solo persigue o bien atraer los votos abulenses de esa franja de izquierdas o bien facilitar un pacto postelectoral con los socialistas abulenses (aún con un mal resultado pueden ser la llave). No se debe confundir la escasa fiabilidad con la propaganda.  
Sánchez es patronímico de Sancho y este apellido tiene un origen etimológico oscuro. Como decía la canción de los payasos de otra época, eran dos tipos…. Hola don Pepito/Hola don José… Adiós son Pepito/ Adiós son José. 

ARCHIVADO EN: Ávila, Impuestos