Emilio García

Desde el mirador

Emilio García


Reparación o revancha I

06/01/2023

Existe una contradicción inicial en la Ley de Memoria Democrática que ha entrado en vigor en su propia denominación. La Memoria hace aguas por todas partes, puesto que solo se refiere a una memoria; y su intención Democrática no confirma su pretensión (los valores democráticos son igualdad, libertad, justicia y solidaridad), puesto que se enroca en fijarse en una parte de la sociedad española y olvidarse del resto.
Que el ministro de la Presidencia señalara que con el citado texto "saldamos una deuda de décadas con aquellas personas que lucharon por la democracia y por la libertad de nuestro país" no hace más que insistir en todo lo contrario.
En su preámbulo se lee: "El despliegue de la memoria es especialmente importante en la constitución de identidades individuales y colectivas, porque su enorme potencial de cohesión es equiparable a su capacidad de generación de exclusión, diferencia y enfrentamiento". También: "La memoria se convierte así en un elemento decisivo para fomentar formas de ciudadanía abiertas, inclusivas y plurales, plenamente conscientes de su propia historia, capaces de detectar y desactivar las derivas totalitarias o antidemocráticas que crecen en su seno".
La fragilidad de esta ley se explica en su propio texto: "La memoria de las víctimas del golpe de Estado, la Guerra de España y la dictadura franquista, su reconocimiento, reparación y dignificación, representan, por tanto, un inexcusable deber moral en la vida política y es signo de la calidad de la democracia. La historia no puede construirse desde el olvido y el silenciamiento de los vencidos. El conocimiento de nuestro pasado reciente contribuye a asentar nuestra convivencia sobre bases más firmes, protegiéndonos de repetir errores del pasado… nuestro ordenamiento constitucional nos permite hoy afrontar la verdad y la justicia sobre nuestro pasado. El olvido no es opción para una democracia".
Creo que los redactores del texto (y los políticos españoles) deberían darse un paseo por Berlín, ciudad sorprendente que, habiendo vivido un sinfín de vicisitudes que dejaron una profunda huella en sus ciudadanos, ha sabido entender las circunstancias que han determinado la vida de todo un país a lo largo del siglo XX. La memoria está presente; no se olvida, sino que se muestra a los propios alemanes y extranjeros que llegan a la ciudad. Para eso inauguraron en 2010 "Topografía del terror" un museo al que se va "a aprender", tal y como dijeron en su inauguración. Un espacio que encierra a través de las fotografías y documentos la tragedia de la historia, de su historia, de nuestra historia. Está claro que no se oculta el pasado, no se selecciona la historia, se muestra con todas sus aristas.
Ante esto, no entendemos que los padres de nuestra patria seleccionen ideológicamente aquello que les interesa hoy para mantener vivo su sectarismo y que elaboren un texto en el que no se aborda (toda) la verdad y se olvida de (toda) nuestra historia del siglo XX. Escamotear, silenciar pasajes importantes de ese pasado no puede "asentar la convivencia". Si no quieren repetir "errores del pasado" no los vuelvas a introducir en un texto legal que no resulta a todas luces reflejo de lo sucedido.
Ya el mismo título de la ley es, como decimos, selectivo: solo hablamos de los momentos democráticos de nuestro pasado. Además, amparándose en un informe del Consejo de Europa (2006) destacan que "durante la Guerra de España se cometieron gravísimos crímenes y que durante la posterior dictadura franquista se estableció un sistema político autoritario que reprimió masivamente todo atisbo de oposición política de manera sistemática y generalizada…; se produjeron de manera sistemática desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, políticas de campos de concentración, trabajos forzados, torturas, violaciones e incluso secuestro masivo de recién nacidos bajo una política de inspiración eugenésica".
El estudio de nuestra Historia nos obliga a ver la realidad acontecida con igualdad de criterio y los investigadores ya han sacado a la luz tanta información sobre lo acontecido que confirma que no son las cosas como nos las dicen y quieren hacernos comulgar.