Pilar Álvarez

Lo social

Pilar Álvarez


Solo con vocación

06/07/2022

Los partidos políticos ven a los mayores como un gasto preocupante ante la crisis mundial, implantan parches, debates, etc., sobre sus pensiones, y también sobre el sistema de salud pública. Pero en definitiva ni las pensiones, ni el sistema de salud pública, describen un bienestar en las personas mayores. Y solamente los ven como perceptores de servicios. Sin embargo deben de verse como una oportunidad para considerar el potencial que tienen estas personas, ya que aparte de haber contribuido durante toda su vida, lo siguen haciendo en la medida de su poder adquisitivo, ya que siguen consumiendo y aportando a la economía del país.
 Trabajar en ayuda de las personas mayores debe ser gratificante, como en cualquier otro colectivo, pero bajo mi punto de vista personal, con una vocación más específica, en sensibilidad y ética. Es importante recordar que las personas mayores no son un grupo de personas con las mismas necesidades. Algunos pueden necesitar información y consejos sobre servicios locales. Otros pueden necesitar equipos o adaptaciones en la vivienda para satisfacer sus necesidades, y algunos necesitan acceder a otros servicios. Como es el caso de acudir a las  trabajadoras  sociales de su zona, donde deben encontrar protección,  y atención revisada, en cada momento. Dado que las circunstancias suelen ser personales, por lo tanto, no se puede generalizar en las resoluciones; es caso por caso donde el apoyo y la empatía deben estar presentes, pues en muchos casos una sincera mirada, o una atención adecuada en empatía, estimula la soledad que en muchos casos llevan  consigo las personas mayores.
El «Trabajador Social con vocación de servicio».
Su trabajo debe estar enfocado en el bienestar y la búsqueda de mantener, y mejorar la calidad de vida que corresponda en cada situación. También se puede ayudar a las personas mayores con otros proyectos que no sean de carácter asistencial, por ejemplo a comenzar con un voluntariado, garantizando así que muchas personas que realmente lo desean no caigan en el sedentarismo y encuentren algo que hacer en el día a día, evitando también el aislamiento que pueden llegar a sentir las personas mayores en ciertos momentos. El trabajo social con personas mayores requiere que sea valorado y visible. Las personas mayores y su cuidadores/as (en los casos más dependientes) deben entender que el trabajo social es un servicio del que poder beneficiarse, aunque a veces existe un cierto pudor en acudir a alguien fuera del entorno familiar para hablar de estos problemas.
Este trabajo social requiere análisis tanto del problema como de los resultados. «No cifras de asistencia, ni el presupuesto invertido», «sino que el resultado esté en la propia integración social, donde se evalué o se descalifique». Hay que reconocer que todos los trabajos requieren un mínimo de vocación, éste sin embargo requiere de una vocación muy especial pues las personas mayores no son niños a los que educar, son personas a las que hay que acompañar, que es muy distinto.
Confiemos en los profesionales que llevan a cabo el trabajo social de nuestros mayores, deben ser expertos en evaluar y planificar las necesidades de atención desde una perspectiva holística, proporcionando liderazgo profesional para sus propios equipos, tener en cuenta también el ámbito familiar de las personas mayores, ofreciendo un apoyo calmado en tiempos de crisis, particularmente cuando los caracteres pueden alterar las relaciones llegando a ser tensas.