Álvaro Mateos

El Valtravieso

Álvaro Mateos


El Castillo de Las Navas, siempre pidiendo transparencia

07/11/2022

Ahora que el PSOE ha celebrado los 40 años de llegada al poder y ha pasado desapercibido el impulso de renovación que se quiso dar al partido, analizando su verdadero papel en el Gobierno en la década de los 90, es momento de recordar lo que se vivió en el Castillo de Magalia. En 1992, nació un pequeño grupo llamado «de Las Navas», que terminó citando en el interior de los muros centenarios a Felipe González, en plena crisis con Filesa, y exigiendo la dimisión de Txiki Benegas como secretario de Organización. 
Fueron muchos encuentros en la villa, con socialistas de verdad, a años luz de lo que hoy queda, como Javier Solana, Nicolás Redondo Terreros, Joan Lerma, Jerónimo Saavedra o Jesús Quijano, plantando cara a Felipe, para decirle que el PSOE no podía continuar con crisis permanentes y, en cierto modo, consiguieron detener la sangría, puesto que aún faltaban 4 años para la llegada de Aznar a La Moncloa. 
No es mi intención seguir analizando las familias del PSOE, sino detenerme en lo que propició  el nombre del grupo, reunido discretamente en un entorno único y privilegiado como es el Castillo Palacio de Magalia, uno de los centros más importantes del INAEM, sede de eventos organizados por el Ministerio de Cultura, empresas e incluso particulares. 
Hacía muchos años, restaurado e inaugurado por el régimen de Franco, había sido referencia en la formación al Magisterio, desde el enfoque ideológico de la anterior Jefatura de Estado, pero siempre se dio a este centro un carácter cultural y de formación. Durante muchos años se planteó la posibilidad de que Magalia acogiera un parador de Turismo, lo que supondría mejorar y ampliar la oferta turística de la zona, pero no se dio el paso. 
En torno al año 2000, con la firma de la compra del término de Las Navas, más de un dirigente de la Junta mostró la intención de que el castillo pasase a manos autonómicas. Incluso, antes de la moción de censura de Pedro Sánchez, estaba muy avanzada la compra por parte del Ayuntamiento de Las Navas, con quien, gracias a varios convenios, se permitió una mayor apertura, con el uso de la piscina climatizada, o promociones turísticas y aprovechamiento de espacios culturales y musicales. 
Pero, de un tiempo a esta parte, desde que el castillo se abriera a la celebración de bodas, cattering, eventos privados y fines de semana temáticos con campeonatos de mus o incluso fiestas techno no sin mucha claridad, han saltado algunas alarmas. 
Se trata de un centro que ha seguido recibiendo importantes inversiones a partir de los Presupuestos Generales del Estado; las últimas, 100.000 euros este año 2022, lo que hace que empresarios de la villa y hosteleros de toda la provincia, se pregunten por qué ellos no pueden participar de los eventos que oferta el castillo.
Magalia sigue contando con un nutrido grupo de trabajadores, permitiendo empleo indirecto gracias a los servicios que demanda; sin embargo, el rumbo del Castillo-Palacio no es claro y faltan muchas explicaciones que los ciudadanos y empresarios reclaman: esperemos que se dé la transparencia y claridad necesarias, como en su momento pedía aquel «Grupo de Las Navas» a González.