Editorial

El turismo abulense, ante el desafío de los nuevos tiempos

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Por todos es sabido que el sector turístico y el hostelero han sido los más afectados por la crisis económica derivada de la pandemia provocada por el coronavirus. Basta con echar un vistazo a las cifras de paro y de expedientes de regulación de empleo temporal que han tenido que aplicarse tanto en establecimientos turísticos como de hostelería para darse cuenta del tamaño del agujero que ha provocado la restricción de movimientos que se ha venido aplicando desde hace más de un año para intentar controlar la expansión del virus, algo que tampoco se puede decir que se haya conseguido con éxito.

Hoy es el primer día fuera del estado de alarma que ha venido padeciendo nuestro país. Hoy se acaban, aunque con algunos matices en según qué comunidades autónomas, esas restricciones de movimiento que han motivado la caída de viajeros tanto nacionales como internacionales y el drástico descenso de usuarios de servicios turísticos y hosteleros. A expensas de lo que pueda suceder una vez que se ha levantado ese estado de alarma y de ver cuál es la reacción de la ciudadanía ante la recuperación de la libertad de movimientos por todo el país, llega el momento tan esperado por estos sectores para el que se espera que sea el despegue hacia el verano.

Ávila y su economía tienen una altísima dependencia del turismo sobre todo en su capital, huérfana industria y de otros sectores que pudieran completar la principal fuente de ingresos. Por ello llega el momento en el que los responsables tanto públicos como privados del sector turístico pueden y deben reinventarse para recuperar la clientela perdida durante los últimos 14 meses. Todas las ciudades y todas las provincias han pasado por la misma situación y tienen idéntica necesidad, por lo que será clave el poder ofrecer una oferta diferenciadora capaz de captar la atención del viajero.

La capital y la provincia deben por tanto explorar nuevos mercados que consoliden el tradicional nicho de viajeros que van a seguir viniendo a Ávila principalmente por su patrimonio, su naturaleza y su gastronomía, pero hay otros apartados turísticos qué bien podrían completar estos últimos ya asegurados.

Uno de ellos, muy pujante en los últimos años, es el astroturismo, para el que principalmente desde la zona de Gredos se están poniendo en marcha diferentes iniciativas qué son ejemplos para otros sectores, que pueden también aumentar una oferta turística ya de por sí amplia y variada en la capital y la provincia, pero qué a la que debe darse una vuelta teniendo en cuenta qué es muy posible que el mercado haya cambiado después de un año prácticamente paralizado

Estar atento a las nuevas demandas que puedan tener los viajeros, a sus nuevas necesidades y también, por qué no decirlo, a los nuevos caprichos, será clave para que el sector turístico abulense pueda recuperarse e incluso mejorar sus resultados.